Luego de que la jornada de este lunes se conociera que las fuerzas políticas de nuestro país, habían llegado a acuerdo para comenzar un nuevo proceso constituyente, las reacciones contrarias no tardaron en llegar.

Así lo dejaron saber los partidos de la oposición, Republicanos y el Partido de la Gente (PDG), además de la diputada Independiente Pamela Jiles, quienes expresaron a través de distintos medios, su descontento.

La diputada Jiles fue la primera en hacerlo, se refirió al proceso constituyente a través de la red social Twitter, donde no tuvo reparos para atacar fuertemente al acuerdo logrado por las fuerzas políticas de nuestro país.

“El pueblo soberano les va a volver a rechazar su mierda antidemocrática”, lanzó a través de un tweet.

Quien también aprovechó esta red social para criticar fuertemente el acuerdo, fue el único senador por el partido Republicanos, Rojo Edwards, quien advirtió que el nuevo proceso, era una copia de la primera Convención Constitucional, criticando que no existiese un plebiscito de salida.

“Somos los únicos animales que cometemos el mismo error dos veces seguidas– Este acuerdo logrado por los políticos, no es más que una Convención 2.0, lograda a imagen y semejanza de la recientemente fracasada, es prácticamente lo mismo que rechazamos casi 8 millones de chilenos”, expuso.

“Como saben que actúan a espalda de la ciudadanía, decidieron saltarse un plebiscito de entrada, en que los chilenos podamos rechazar su cocina política y acuerdo”, finalizó.

Desde el Partido de la Gente también se mostraron contrarios al proceso, su presidente, Luis Moreno, se refirió al acuerdo a través de una transmisión en línea, donde criticó que su colectividad fue excluida de las conversaciones.

“Yo personalmente estoy molesto, porque nosotros en varias ocasiones insistimos que nos dijeran hora y lugar para las reuniones, de lo cual no tuvimos respuesta. Nos excluyeron del último proceso del trabajo constituyente al Partido de la Gente”, sostuvo.

“Esto no hace más que demostrar con hechos que existe una mala costumbre de decidir sobre los intereses de la ciudadanía”, finiquitó.