Este viernes Santiago y el centro de la capital en particular cumplieron casi una semana de protestas estudiantiles que literalmente mantuvieron sitiado y cortada la principal avenida y con ello partido en dos a Santiago. Para la semana entrante siguen las convocatorias y con un gobierno tan o más ineficiente que el de Piñera -que ya era ineficaz en este tema- para negociar y establecer un diálogo con los estudiantes que protestan no porque sean mandados por el PC -como muchos dicen- sino porque hay una serie de reivindiaciones y problemas que han planteado y para las cuales no hay solución.
Lo peor de todo es que en esta nueva ofensiva el bloqueo del Metro es el medio de presión que más afecta a la gente ya que se cierran estaciones. Ayer viernes casi todo el día estuvo cerrada estación Baquedano (desde las 11:15 de la maaciones ñana hasta pasadas las 20:00 horas), otras estaciones estuvieron bajo acceso controlados y cerradas de manera intermitente.Ahora bien, además las protestas de esta semana han sido violentas, ar ton duras amenazas y con consignas como «venganza», «a quemar todo».
Pero conversando con algunos de los manifestantes de distintos liceos y universitarios, reclaman porque la beca Junaeb no les alcanza para poder comer tres veces al fía «tengo que restringir lo que como para llegar a fin de mes, no compro leche porque no me alcanza» cuenta Benjamín un estudiante de la Universidad de Humanismo Cristiano.
Otro muchacho del Liceo de Aplicación, cuenta que hay ratas en la cocina y que la comida que les dan es de muy mala calidad, además de la falta de infraestructura educacional.
Pero ¿los reclamos -justificados- y no atendidos son excusa para destruir la ciudad? NO, no puede ser que paraderos de micro seas destruidos, señalética sacada de sus bases, rotura de luminaria pública y apedreo inmisericorde contra todo. Es urgente que las autoridades de turno tomen en serio la crisis que esta creciendo, porque Santiago no soporta otro estallido tipo 18-O, crisis que podría tener más ingredientes como el alto costo de la vida y que se traduce en que la gente simplemente ya no logrará llegar a fin de mes y nuevamente la mal llamada clase política es responsable mayor en esta situación y es responsable por no generar condiciones de estabilidad política y de gobernabilidad, pareciera ser que solo siguen preocupados de mantener sus estancos y poltronas del poder en su bunker inexpugnable que es el Congreso.