Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte en el mundo y nuestro país no se queda atrás. Uno de los últimos reportes del Ministerio de Salud señala que entre 2021 y 2022 cada 20 minutos fallece en Chile una persona por patologías del sistema circulatorio y el 28% de esas muertes son responsabilidad de las enfermedades cardiovasculares.
Los expertos señalan que la mayoría de estas enfermedades asociadas al sistema circulatorio son evitables siguiendo estilos de vida saludables. Verónica Reyes y Danissa Rojas, ambas académicas de la Escuela de Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas, explican que la alimentación tiene un rol fundamental en el cuidado y protección de nuestro corazón y entregan 10 consejos para ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebro vasculares.
Estos son las siguientes:
- Realizar por lo menos 3 veces a la semana actividad física para mantener un peso saludable.
- Consumir una amplia variedad de frutas y verduras, ya que son buenas fuentes de vitaminas y minerales, tienen un alto contenido de fibras y son bajas en calorías. Además, son ricas en polifenoles, lo cual tienen un efecto antioxidante que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
- Elegir granos integrales y otros alimentos ricos en fibra en lugar de granos refinados. La evidencia confirma los beneficios de su consumo frecuente en este tipo de enfermedades, síndrome metabólico, factores de riesgo cardiometabólico, problemas de estreñimiento y microbiota intestinal, entre otros.
- Incluir fuentes de proteínas magras o de alto contenido de fibra, como proteínas vegetales (frutos secos y legumbres), pescado o mariscos, lácteos bajos en grasa o sin grasa, cortes de carne magra, y limitar el consumo de carnes rojas y procesadas.
- Utilizar aceites vegetales líquidos derivados del coco, palma y almendra de palma. Evitar las grasas de origen animales como la mantequilla y manteca de cerdo.
- Siempre que sea posible, elegir alimentos mínimamente procesados en lugar de alimentos altamente procesados, debido a su asociación comprobada con resultados de salud adversos, incluidos el sobrepeso y la obesidad.
- Reducir al mínimo el consumo de bebidas y alimentos con azúcares añadidos. Los azúcares agregados (comúnmente glucosa, dextrosa, sacarosa, jarabe de maíz, miel, jarabe de arce y jugo de fruta concentrado), según la evidencia están relacionados con un riesgo elevado de diabetes tipo 2, colesterol alto y exceso de peso corporal.
- Elegir y preparar alimentos con poca sal o sin sal. Se pueden utilizar métodos de cocción y aliños que realcen los sabores como orégano, ajo y hierbas aromáticas.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Aplicar esta guía sin importar dónde se preparen o consuman los alimentos.