Adentrándose por las calles de la localidad de Cartagena, se encuentra la Caleta San Pedro, lo que alguna vez fue el antiguo primer puerto (antes del de San Antonio), se encontrarán con este sitio turístico para visitar si se encuentra por esta zona.
A primera vista, el paisaje que se observa, podría ser perfectamente una postal europea del mediterráneo en las costas de Italia. Sin embargo, las expectativas se desvanecen cuando se baja por un sendero de tierra y luego por unas escaleras de madera que muestran el triste deterioro, la basura, y lo que parece una vertiente de aguas servidas que arrastra la basura hasta casi el borde de la pendiente que baja hasta la playa, las construcciones alrededor de este «espacio turístico local», nos dan cuenta de los vestigios de la época de oro del balneario de Cartagena, con unas pocas casonas de familias de renombre que se apolillan y caen a pedazos.
En la Caleta San Pedro, sólo quedan los recuerdos de lo que fue alguna vez un puerto y actualmente es usado por pescadores de la zona.
De acuerdo a información que encontramos en el Blog Cartagenino, esta Caleta de San Pedro o Caleta Nueva, fue fundada con el nombre de Puerto Nuevo de San Antonio en 1590 por don Antonio Núñez de Fonseca. Esta caleta, fue el único puerto habilitado de la Provincia de Santiago y dependía de la Aduana de Valparaíso. Además era el puerto preferido de la Compañía Inglesa de Vapores. Aún es posible observar un andarivel a través del cual se subían los productos que llegaban en los barcos.En 1790 llegó al lugar donde don Ambrosio O`Higgins y lo decretó puerto importador y exportador, además cambió el muelle de madera por uno de albañilería. Desde este puerto salía el trigo y entraban los grandes troncos de madera que llegaban desde el sur. Finalmente, a fines del siglo 19 se crea la comuna de San Antonio y se trasladan definitivamente el puerto a ese lugar, que poseían mejores características naturales para la llegada de grandes barcos.
En la Caleta de Pescadores San Pedro, se cuentan muchas leyendas de tesoros escondidos en sus costas, de metales preciosos al fondo del mar, de un heroico buzo que no dudó en lanzarse a las gélidas aguas para desconectar un explosivo, lo que impidió la destrucción de este antiguo puerto, de un hombre al que llamaban «el viejo del saco» y que huyendo de los marinos, se ocultó en unas cavernas… Y también se cuentan historias de piratas que escondieron tesoros en estas costas.
Actualmente, el atractivo turístico es la conocida «Cueva del Pirata», a un costado de la actual caleta. Lugar donde se encuentra un pequeño museo con restos marinos y antigüedades de la zona. Funciona principalmente los fines de semana para grupos guiados de un mínimo de 5 personas. El valor es de $1000 niños y $1500 adultos. Hay también un restaurant (cerrado) que debe funcionar en la época estival o en fines de semana.
Crédito fotos: iPhone 12 Pro y iPhone 13 / Equipo Infogate