En medio de la discusión por la una nueva prórroga al estado de excepción en el sur solicitada por el Gobierno, la ministra del Interior Izkia Siches dejó literalmente la escoba en la Sala de la Cámara de Diputados, al acusar a los parlamentarios de oposición de sufrir amnesia por «pegarse en la cabeza» por olvidar, según expuso, que los hechos de violencia en la Macrozona Sur se habían disparado durante la administración de Sebastián Piñera.
Fue así que durante la mañana, y luego que las intervenciones parlamentarias, -en las que se criticó la gestión de la ministra y se exigió al Presidente Gabriel Boric que visite de una vez por todas La Araucanía-, la secretaria de Estado salió con todo a criticar el papel de la derecha antes y durante el actual Gobierno, al señalar tajantemente: “Quiero señalar muy claramente que parte de eso (avanzar en las soluciones) es reconocer, sobre todo por aquellos parlamentarios que hoy son de oposición que los problemas no partieron el 11 de marzo, ni para la delincuencia, ni para la migración y mucho menos para La Araucanía”.
Lo complejo vino a continuación cuando sostuvo que en “los últimos cuatro años, y esto lo quiero recalcar, porque parece que a algunos se les olvidó, se pegaron en la cabeza o realmente pareciera que todo partió desde cero, pero hubo cuatro años desde donde de 400 eventos de violencia llegamos a 1.700. Entonces claramente no nos fue muy bien”.
Dichas declaraciones desataron una tormenta en el hemiciclo, instante en el que la vicepresidenta de la Cámara, Claudia Mix (Comunes), pidió que retirarán del acta los dichos de la ministra por ser ofensivos.
En tanto, en medio de la enorme molestia de la oposición, quien llevó la voz cantante del descontento fue el jefe de bancada de la UDI, Jorge Alessandri, quien exigió a Siches retractarse o en caso contrario, amenazó con dar libertad de acción a sus diputados para votar el estado de Excepción Constitucional.
«La ministra del Interior le ha dicho a los diputados, a los jefes de bancada, que nos pegamos en la cabeza, que por eso estamos aquí votando esto (…) y por tanto dejamos en libertad de acción a nuestros parlamentarios para votar lo de hoy día a menos que la ministra se retracte y pida las disculpas al Parlamento. Le ha ido mal al ministro Jackson en el Senado; no le copiemos es actitud y que al Gobierno no le vaya mal también en la Cámara de Diputados. Nadie en este hemiciclo se ha pegado en la cabeza. Todos tienen el legítimo derecho de votar y representar a la gente de sus distritos», señaló con evidente molestia el parlamentario gremialista, ganándose los aplausos de su sector -y también algunos más-.
El desorden causado obligó a la Mesa de la Cámara Baja a suspender momentáneamente la sesión, tras lo cual intervino el presidente de la Cámara, Raúl Soto, manifestando que «hemos acordado que efectivamente los hechos ocurridos han representado una falta de respeto a la institucionalidad de la Cámara de Diputadas y Diputados y que, por lo tanto, corresponde lo que ha señalado la vicepresidenta Claudia Mix respecto de retirar del acta los dichos de la señora ministra del Interior Izkia Siches y que, además, sometiéndose los ministros y ministras según el artículo 20 al reglamento de funcionamiento y de orden (…) corresponde un llamado al orden a la señora ministra y le solicitamos en nombre de todos los comités parlamentarios que pueda expresar públicamente sus disculpas respecto de los dichos realizados en el transcurso de esta sesión«.
En este adverso escenario, y para no complicar aún más el debate en torno a la solicitud del Ejecutivo, la ministra Siches declaró que «quiero manifestar que mi frase fue desafortunada porque claramente tuvo una interpretación que no quise darle. Quiero retractarme y pedirle las disculpas a todos. Quiero reiterar que el énfasis de mi intervención mas que nada quería llamara a que nos pongamos de acuerdo. Me retracto y les pido las disculpas correspondientes«.
Dicho sea de paso, y como corolario del embrollo causado por la titular de Interior, el que la Cámara haya aprobado finalmente la solicitud de prorrogar el Estado de Excepción en cuatro provincias de las regiones del Biobío y La Araucanía, paso a ser un mero detalle.