La embajadora de Israel en Chile, Marina Rosenberg, explicó la gestión que está realizando su Gobierno en la ayuda para paliar la sequía que afecta al país, afirmando que es necesario no solamente traer tecnología destinada a entregar el recurso hídrico a la ciudadanía y a los sectores económicos, sino que también es necesario desarrollar políticas públicas y un cambio cultural que involucre a todos los sectores productivos para cuidar el recurso hídrico.
Así lo expresó la diplomática al programa “Las Cartas Sobre la Mesa” de Infogate.cl, apuntando que la experiencia que ha desarrollado Israel sobre el tema hídrico es importante para su país, ya que un 70% de su territorio es desierto y se pudo avanzar en una gestión hídrica que mira hacia el “futuro lejano”.
Es en esa perspectiva que Israel ha entregado ayuda a Chile sobre el tema “al Gobierno nacional, gobiernos regionales, municipios y también colaborando con la academia, la sociedad civil y con el sector privado, porque desde nuestra experiencia existe una importancia muy grande de colaborar entre los diferentes sectores y que no sea solamente una solución separada de cada sector”.
Rosenberg recordó que en 2021 se firmó un convenio de cooperación en Valparaíso que apunta a una cooperación en temas hídricos que abarcan temas desde la agricultura a gestión como también la educación al agua.
“No es suficiente traer tecnología, sino que se necesita también una gestión y políticas públicas como también un cambio cultural para que todos y todas, no solamente las empresas del sector público, sino cada uno de nosotros haga un esfuerzo de cuidar el recurso hídrico”, explicó.
La embajadora dijo que uno de los puntos primordiales es el uso de plantas desalizadoras para usar el agua del mar en la agricultura, las cuales son distintas a las que se utilizan para generar agua potable.
En ese sentido, la diplomática señaló que en Israel la desalinización es una solución fundamental porque “el 80% de nuestra agua potable es agua de mar. Tenemos cinco plantas desalizadoras a lo largo del país y esas plantas se ubican en puntos que se tomaron la decisión de ponerlos allí después de que se hicieron estudios medio ambientales con la academia, con diferentes ONG para llegar a la conclusión de dónde es el mejor punto para ponerlas”.
Rosenberg precisó que desde hace años se viene trabajando en Chile con asociaciones de agricultores en diferentes regiones y con municipios, usándolos para llegar a los pequeños agricultores.
“Estuve en Chiloé y también vamos a firmar un acuerdo marco en el tema de escasez hídrica con un enfoque también la agricultura. Estuve en la comuna de María Pinto que allí junto a la alcaldesa vamos a hacer con la asociación de municipios un seminario sobre el tema hídrico, enfocándonos por un lado en gestión hídrica y por otro lado en soluciones tecnológicas para la agricultura moderna del siglo XXI”, explicó.
La diplomática planteó la necesidad de usar la tecnología para poder tener agua, pero también resaltó la importancia de la capacitación, porque es relevante “saber cómo usarlas y cómo cuidarlas al largo plazo para que después de dos años se eche a perder y que nadie sepa cómo usarla”.