El 20 de enero quedó grabado para siempre en la historia de Azerbaiyán como “Enero Negro” – el día de lucha heroica por la libertad y la independencia del país. Ese día condujo a graves pérdidas y al asesinato de personas inocentes, pero a la vez demostró el coraje y la disposición para la lucha del pueblo que no podía soportar más la política de traición de la URSS hacia Azerbaiyán, y que alzó su voz para ganar la libertad y la independencia.
El 20 de enero de 1990 fue la primera prueba y victoria moral en el camino que llevó a la nación a la independencia, a la restauración de los valores nacionales, espirituales y religiosos. El pueblo azerbaiyano, sometido a medidas punitivas por un ejército bien armado, no se rompió, no perdió su determinación a la independencia, por el contrario, su voz recta sonó aún más fuerte.
En la noche del 19 al 20 de enero, bajo instrucciones directas de Mikhail Gorbachev, Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, 26.000 tropas soviéticas marcharon sobre Bakú a fin de reprimir el movimiento de independencia. El acto de masacre ejecutado por el ejército soviético contra la población civil con una crueldad sin precedentes dejó hasta 150 muertos y más de 700 heridos en capital Bakú y distritos cercanos, hasta que se anunció un toque de queda en la ciudad. Entre los asesinados había mujeres, niños y ancianos, médicos y policías.
Inmediatamente después de la tragedia, el 21 de enero de 1990, el Líder nacional Heydar Aliyev junto con su familia visitó la oficina de la representación permanente de Azerbaiyán en Moscú, donde expresó solidaridad con su pueblo, condenó duramente al liderazgo soviético por cometer una sangrienta tragedia y expuso a quienes lideraron la operación: “Considero los eventos que tuvieron lugar en Azerbaiyán como una violación de la ley, la democracia y la humanidad y los principios de construcción del estado de derecho. Si los altos dirigentes del partido hubieran tomado las medidas necesarias al comienzo de los eventos de Nagorno-Karabaj, no habríamos enfrentado tensiones crecientes que llevaron al mortal ataque militar lanzado contra civiles en la noche del 19 al 20 de enero 1990. Todos los involucrados en este crimen deben ser castigados apropiadamente”.
Siendo una base para la lucha a nivel nacional, la tragedia de enero también demostró la firmeza de la voluntad del pueblo azerbaiyano, y su determinación. Sin inmutarse por la crueldad del ejército soviético y la consiguiente imposición del toque de queda en Bakú, el pueblo azerbaiyano organizó una manifestación masiva el 22 de enero en la plaza “Azadlig” (Freedom) de la ciudad de Bakú para rendir homenaje a los mártires del 20 de enero.
A la ceremonia de entierro en el Callejón de los Mártires asistieron cerca de dos millones de personas. Por la demanda del pueblo, el Soviet Supremo de la RSS de Azerbaiyán convocó una sesión extraordinaria y adoptó una decisión sobre la abolición del toque de queda en la ciudad de Bakú.
Recuerdo que tenía 13 años y era muy doloroso contarle, es decir, explicarle a un adolescente de 13 años que entre sus compañeros de escuela, Ilgar, del mismo barrio, y Larisa habían sido asesinados brutalmente junto con sus padres en la calle, mientras se dirigían a sus casas, bajo los disparos indiscriminados de los soldados soviéticos. Sin embargo, un par de años más tarde, cuando me convertí en un joven ciudadano del Azerbaiyán independiente, me quedó bastante claro que todos los mártires de aquel día fueron asesinados por el liderazgo soviético, con el fin de silenciar la determinación de los azerbaiyanos por la independencia. Un intento que fracasó.
Creo que la mejor descripción del valor de la independencia dió el lider nacional del pueblo azerbaiyano Heydar Aliyev: «Somos libres, somos independientes, no dependemos de nadie, somos los dueños de nuestro propio destino. Por esta razón, solo por esto, vale la pena esforzarse durante meses y años».
Las víctimas de los trágicos acontecimientos de 1990 se denominan simbólicamente “mártires del 20 de enero”. El pueblo de Azerbaiyán sigue guardando los recuerdos de esos mártires muy queridos en sus corazones. 20 de enero se decreta es el día de Luto Nacional El 20 de enero de cada año, miles de personas visitan el Callejón de los Mártires para tributar honores a las víctimas de Enero Negro, quienes pagaron el precio más alto por la independencia de su país y grabaron sus nombres con su sangre en la página de honor de Azerbaiyán. Cada año, al mediodía de 20 de enero, se observa un momento de silencio a nivel nacional para conmemorar a los mártires de la independencia.
Rashad Aslanov, Embajador de Azerbaiyán en Argentina y Chile