El Plan Frontera Norte Segura que evitaría el descontrol migrante, el narcotráfico anunciado «a lo Piñera», es decir con show y puesta en escena, quedó en eso: en otro show que ha fracasado; y la historia se remonta a junio de 20218 cuado, el entonces ministro de Defensa , el RN Alberto Espina en Aríca culpaba -obviamente- al gobierno de Bachelet señalando «cuando asumimos, encontramos un Plan Frontera Norte completamente desinflado por la baja importancia que le dio el gobierno anterior, por lo que hoy decidimos llamarlo Plan Frontera Segura, pero con muchos más lineamientos”.
«El problema de fondo no se resuelve, que es el descontrol de la frontera», Mauricio Soria alcalde de Iquique
Espina explicó en ese año que: «ya definimos un mapeo desde el Hito Cero hasta Atacama para determinar los pasos clandestinos y cuáles son los puntos de mayor tráfico de droga, los que ya están identificados, y de tráfico de migrantes, de manera de tener información cartográfica y visual con respecto a los delitos que más ocurren en la frontera”, lindas declaraciones que no se materializaron en la realidad.
Recién el 12 de enero de este año y con seis meses de retraso el Presidente Piñea firmó decreto que permitía el apoyo de las FFAA al control de inmigración ilegal en el norte y es ese enotonces aseguró: “Uno de los principales compromisos de nuestro Gobierno es poner orden en nuestra casa, proteger mejor nuestras fronteras y combatir la inmigración ilegal. El objetivo de este compromiso es muy simple, proteger la seguridad y mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de nuestro país, sean chilenos o sean extranjeros”, y solo queó en esas rimbombanter palabrs sin resultado.
Lo que no midió el Presidente chileno de turno, es el tremendo daño que le ha hecho -particularmente- al Ejército, la principal fuerza terrestre desplegada en la frontera norte, donde los cientos y miles de migrante, principalmente venezonalos y haitianos, se cuelan frente a las narices de los uniformados (cómo se reirán los peruanos y bolivianos con estas escenas) que ha quedado patente en los ultimos días con grave crisis migratoria que literlamente ha hehco colpasar el poblado de Colchane e Iquique. La evidencia de una ausencia de politica migratoria en serio y la ausencia de una Cancilleria que no es capaz de articular un iálogo con Perú y Bolivia para asumir en cojunto la diáspora venezolana, porque pareciera ser que Lima y La Paz «se deshacen» de los venezolanos en la frontera con Chile.
En este contexto, el alcalde Iquique, Mauricio Soria, tiene toda la razón al señalar: «Las determinaciones no se han tomado como corresponden, esto no es de ahora. El desalojo es un punto que está llamando la atención, pero el foco de atención lo tenemos en la frontera, donde hay un descontrol total, donde pasan más de 300 personas diarias, donde el país no ha sido capaz de controlar y tampoco el Gobierno ha convocado al Estado, nos ha convocado a todos a ver cómo resolvemos el problema, cómo podemos ayudar (…) ellos son los que tienen que convocar, son temas de extranjería y temas de seguridad del Estado, que no están radicados en las municipalidad. Así como Javier (García, alcalde de Colchane) ayuda, nosotros aquí en Iquique también ayudamos, obviamente aquí hay una crisis humanitaria (…) el problema de fondo no se resuelve, que es el descontrol de la frontera», remató el edil.
Todo lo anterior se funde en una creciente animarversión a los extranjeros, como la masiva marcha realizada en Iquique, un inicio que podría ser replicado en muchas otras ciuadaes dode hay alta presencia de venezolanos y haitianos principalmente.