Dormir bien es la aspiración de toda persona al llegar la noche, pero quienes trabajan en turnos nocturnos deben enfrentar el desafío de permanecer la mayor parte de este periodo despiertos, lo que podría generar efectos negativos para la salud. De hecho, según datos de Trabajando.com, cerca del 10% de los empleos en Chile son con turnos nocturnos, concentrándose la mitad de ellos en la Región Metropolitana.
Conserjes, fabricantes y trabajadores de la salud, son algunos de estos casos quienes pueden ver alterado su horario de descanso y padecer del “trastorno del sueño de trabajador por turno” que, producto de la acomodación de horarios entre el sueño-vigilia, están más propensos al insomnio y la somnolencia excesiva.
Ante esto, el neurólogo de Clínica Somno, Álvaro Vidal, comenta que este tema es de gran importancia pues “una persona que duerme mal no sólo puede ver afectada su salud producto de la falta de sueño y de procesos regenerativos que el cuerpo realiza durante la noche, sino que incluso aumenta su accidentabilidad, pues sus reacciones son más lentas. Para el caso de los trabajadores de la salud, conductores o pilotos, por ejemplo, es vital sentirse descansados cuando realizan turnos, pues los errores en su área pueden costar vidas”.
Pero ¿cómo enfrentar de la mejor forma el día posterior a un turno de noche? Según el especialista de Clínica Somno, existen dos corrientes. Una línea recomienda que al otro día del turno hay que ponerse lentes de sol para evitar recibir el estímulo lumínico de forma directa, abrigarse bien y evitar conducir de vuelta a la casa. Luego de llegar a su casa, se recomienda bañarse y dormir como si fuera de noche. Otra corriente dice que hay que volver a casa del turno y hacer el día normal, sin dormir ni siquiera siesta, cosa de que en la noche logremos tener un sueño reparador.
Por otro lado, los espacios de descanso dentro del turno son importantes, donde la recomendación es seguir una rutina estable siempre en el mismo lugar y hora para que nuestro cuerpo lo pueda asociar al descanso, para lograrlo es relevante la coordinación con el resto del equipo de trabajo con el fin de propiciar horarios más estables para el descanso.
Si bien la decisión de cómo enfrentar el post turno es a comodidad de cada persona, según el especialista la idea es darle al cuerpo el descanso que necesita. Y agrega que, si bien existen varias posturas, “es importante intentar dormir unas 2 o 3 horas y luego continuar con el día normal. Y, por sobre todo, evitar las siestas demasiado largas si estas implican que durante la noche le va a costar conciliar el sueño”.