El Presidente de Perú, Pedro Castillo, nombró al congresista de Perú Libre, Guido Bellido, como presidente del Consejo de Ministros, poniendo fin a la incógnita sobre quién será el encargado de encabezar el gabinete del recién asumido mandatario.
Bellido, de 41 años, tendrá también en sus manos la responsabilidad de manejar el diálogo entre el Ejecutivo y un Congreso dominado por la oposición.
El nuevo integrante del gabinete de Castillo juró esta misma jornada en una ceremonia en el sitio de la histórica batalla de Ayacucho, la Pampa de La Quinua, a cuyo acto acudieron dignatarios extranjeros que vieron a Bellido, congresista por Cusco elegido el pasado 11 de abril, jurar «por los más de 30 millones de hermanos, por la lucha contra la corrupción, por el trabajo para nuestro pueblo peruano”.
Hay que mencionar que la designación de Bellido, quien no figuraba entre los posibles nombres, resulta polémica por ser uno de los hombres más cercanos a Vladimir Cerrón, fundador del partido que se declara marxista y sobre el que pesa una condena por corrupción.
El congresista, de un perfil más radical que Castillo, fue uno de los integrantes de Perú Libre que, como Cerrón, más cuestionaron las posturas de la izquierdista moderada Verónika Mendoza en su apoyo al Gobierno del maestro rural.
Sus polémicas declaraciones
Durante la campaña electoral, Bellido, quien es ingeniero electrónico sin experiencia en cargos públicos, dijo en una entrevista que se oponía a las críticas a miembros del grupo terrorista Sendero Luminoso, por lo que la Fiscalía le abrió una investigación por el presunto delito de apología al terrorismo. Sin embargo, luego de haber asumido este viernes como congresista, goza de inmunidad.
Asimismo, la Presidencia informó que Castillo, de 51 años, juramentará este jueves en la noche en Lima a los otros 18 ministros, sobre cuyos nombres no hay más que especulaciones.
Bellido debe comparecer antes de un mes ante el Congreso para pedir un voto de confianza al nuevo gabinete, pero si es rechazado, Castillo deberá nombrar a otro primer ministro y reorganizar el gabinete.