Si bien existieron algunas expectativas en torno a las reuniones que sostendría el Presidente Sebastián Piñera en el Palacio de Cerro Castillo con los parlamentarios oficialistas, el miércoles en la noche con los senadores y jueves en la mañana con los diputados, al final poco y nada aportaron al balance y análisis general de la situación de cara tanto a los últimos meses de la actual administración y, en especial, ante los desafíos de las elecciones presidencial y parlamentaria del próximo mes de noviembre.
Así, mientras los senadores calificaron su encuentro como una reunión menos política que en otras ocasiones, los diputados en su interna la calificaron como escasamente propositiva, y quizás anticipando ello fue que a la reunión apenas asistieron una treintena de ellos, menos de la mitad de todos los representantes oficialistas en la Cámara Baja.
«Más bien pareció una cuenta pública con un libreto predefinido«, señaló uno de los participantes. Otro hizo hincapié en que lo más concreto fueron las palabras -medio en broma, medio en serio- pronunciadas en un instante por el Mandatario, al referirse a los «requisitos» que deben cumplirse para llegar al sillón presidencial.
«Para ser Presidente se necesitan 3 cosas: Ser de centro, llamarse Sebastián y ser independiente«, habría afirmado el Jefe de Estado.
De ganar el candidato de Chile Vamos, claramente Piñera se titularía de oráculo…