El senador independiente por Valparaíso, Kenneth Pugh, participó en el lanzamiento de los 10 principios rectores de la ciberseguridad ciudadana de la OEA-Parlamentos, el cual apunta a la transformación digital, la innovación abierta, la comunicación política, y la inclusión de la ciberseguridad ciudadana en la agenda legislativa, afirmando que la pandemia del Covid-19 ha acelerado la convergencia del mundo físico con el digital, resaltando al ciberespacio como el primer ecosistema creado por la humanidad.
En su exposición, el legislador señaló que “la pandemia de Covid-19 ha puesto a prueba a la humanidad entera para seguir funcionando, pese a estar totalmente confinada, usando las tecnologías de la información y las comunicaciones digitales móviles, por lo que estas no sólo han llegado para quedarse, sino que el cambio cultural que su puesta en funcionamiento produjo en nuestras sociedades, es imposible de revertir”.
“Lo que normalmente hubiera tardado décadas en ser asimilado y traspasado a una nueva cultura de hacer las cosas, se afianzó en el lapso de dos años. Esta realidad ha acelerado “la convergencia del mundo físico con el mundo digital”, en una interacción intensa, compleja e indisoluble con el ciberespacio. A partir de los cambios producidos por la pandemia en el comportamiento humano, el “mundo real” es uno que tiene que considerar a ambos componentes en interacción”, agregó.
En ese sentido, explicó que “el Ciberespacio es el primer ecosistema construido por el hombre, que permite hoy en día la interacción dinámica, fluida e ininterrumpida, incluso de forma móvil, entre personas, entre personas y dispositivos e inclusos entre procesos, sin intervención de terceros, gracias a la inteligencia artificial. Este ecosistema no solamente fue creado por el hombre, sino que el hombre está inserto y depende de él”.
Asimismo, explicó que “de esta forma, en una realidad que se manifiesta como un incremento exponencial, la calidad de vida, el bienestar y el progreso de nuestra sociedad depende en forma directa y creciente de cómo abordamos nuestra presencia en el ciberespacio, su forma de empleo, su gobernanza, los derechos individuales y colectivos respecto del ciberespacio y finalmente, tal vez lo más relevante, su ciberseguridad”.
Explicó que “Chile ha decidido adoptar la estrategia de “neutralidad”, tanto de la red, como de las tecnologías, al ser uno de los países más abiertos al comercio mundial, y tiene una oportunidad extraordinaria para ser parte de los avances y desarrollos de la nueva economía digital a través de instrumentos e iniciativas internacionales como el tratado DEPA (Digital Economy Partnership Agreement), la instalación de cables submarinos de fibra óptica propios, como el cable “Humboldt” que conectará Valparaíso con Nueva Zelandia y Australia, la canalización de fibra óptica más austral del mundo hasta Puerto Williams y transformarnos en el principal proveedor de servicios digitales a través de cable submarino a la Antártica”.
Asimismo, destacó que Naciones Unidas haya declarado el acceso a Internet como un nuevo derecho humano y “en Chile estamos próximos a redactar una nueva constitución política, donde puede quedar garantizado “el derecho al relacionamiento digital del ciudadano con el Estado”. Esto implica una visión nueva y distinta de insospechadas repercusiones en las prioridades del Estado y en las políticas públicas. De las luchas contra el analfabetismo, la desnutrición infantil y la pobreza del siglo XX, a la lucha por la alfabetización digital, la accesibilidad al ciberespacio y la interconectividad en el siglo XXI”.
En otra parte de su intervención, Pugh apuntó al desafío de disminuir las brechas digitales tanto en acceso a internet como en inclusión y “deberemos invertir mucho más tiempo y recursos para la generación del elemento más importante, disminuir la “brecha de conocimiento” de nuestro capital humano y la reconversión de procesos obsoletos, burocráticos y anacrónicos, a procesos digitales basado en la “confianza digital” que favorece a los ciudadanos porque evitan los tramites presenciales”.
Sin embargo, advierte que este avance en conexión digital, viene aparejado con la necesidad de avanzar en “ciberseguridad”, desde la “protección de los datos personales” hasta la “protección de la infraestructura crítica”, pasando siempre por la “interoperabilidad”, que “dé certeza jurídica a los actos digitales del estado, las personas (naturales y jurídicas) e incluso los dispositivos conectados a la red, mediante la trazabilidad e integridad de la información”.
“Estos son los elementos fundacionales para transformar a nuestros países en “Repúblicas Digitales”, concepto que integra el liderazgo político, tecnológico y de desarrollo necesario para integrar a nuestros países al ciberespacio con ventajas y en forma oportuna para aprovechar las oportunidades de la sociedad del saber y la información e integrar el talento de nuestra juventud a la cuarta revolución industrial y tecnológica, usando la tecnología digital segura como un vehículo de progreso y transformación, pero basada en el conocimiento como fuente de innovación y emprendimiento”, sostuvo.
En ese sentido, precisó que es necesario educar en Ciberseguridad, ya que “mientras más dependemos del ciberespacio para el normal desarrollo de nuestras vidas, más necesitamos educar en ciberseguridad, porque cada día que pasa, los efectos nocivos de un mal uso del ciberespacio implican riesgos crecientes para la población, su bienestar, seguridad y desarrollo”.
