No se puede hablar de quiebre, pero sí de incomodidad en varios ministros, a la hora de medir sus reacciones ante el anuncio presidencial de dar urgencia al proyecto de ley de Matrimonio Igualitario que actualmente se tramita en el Congreso.
Lo complejo de la incorporación de esta idea en el discurso del Presidente Piñera se grafica en que no apareció sino hasta en la última versión del texto. Varios borradores que circularon previamente no contenían mención alguna a la propuesta.
De allí que las reacciones fueron dispares, aunque en público se intentó mantener el mayor y más monolítico apoyo posible, pese a las casi inmediatas señales de rechazo desde el interior de los partidos oficialistas.
Fue así que el ministro Vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, defendió desde Valparaíso el anuncio del presidente Sebastián Piñera, al señalar que “porque creemos en la familia, creemos que es hora del matrimonio igualitario”.
Más detallada fue la respuesta en La Moneda del ministro de Justicia, Hernán Larraín, quien junto con negar que hubiera planteado la posibilidad de retirar el proyecto, explicó que «ha habido un compromiso a través de un acuerdo hecho ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y lo que nosotros manifestamos es que precisamente, teniendo la facultad para poder retirarlo, jamás hicimos eso; al contrario, dejamos que el Congreso siguiera trabajando porque esa era la voluntad».
Sostuvo seguidamente que «yo entiendo que en nuestro sector político hay opiniones diversas sobre esta materia, no es la única que existe, y son muy respetables», detallando que «lo que ha hecho el Presidente es hacerse eco de una inquietud muy generalizada en nuestro país, en la ciudadanía, de dar espacio a las personas que libremente quieran expresar sus afectos de una manera más institucionalizada».
Recordó que «eso es lo que ha hecho en su primer Gobierno, se aprobó el Acuerdo de Unión Civil; hoy día se está dando paso con la iniciativa que está planteando el Presidente a darle urgencia a una iniciativa que presentó la Presidenta Bachelet. Es lo que tenemos, y el Presidente siente la necesidad, antes de terminar su mandato, de dar una señal que en lo personal le parece muy prioritaria«.
¿Qué pasó con Julio Isamit?
Pero, la nota discordante del gabinete la puso el ministro de Bienes Nacionales, Julio Isamit, quien no se quedó al punto de prensa programado en el Palacio Presidencial con los secretarios de Estado que siguieron la Cuenta Pública desde Santiago. Aludió a compromisos «urgentes» y se retiró raudamente desde la sede del Poder Ejecutivo.
La especulación corrió rápidamente al recordarse su cerrado rechazo a la medida. Ya en 2011, con la tramitación del Acuerdo de Unión Civil, había declarado furibundamente en su cuenta Twitter que «si aprueban uniones o promueven matrimonio gay o aborto: seré opositor a este gobierno y me da lo mismo cuanto crezcamos al año«. Añadió casi de inmediato en otro tuit: «Me siento absolutamente estafado: yo no voté para financiar a ministros que promueven matrimonios gay. Que se vaya Cruz Coke», aludiendo al entonces ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke, quien se había mostrado abiertamente a favor de la medida.