En su «Manifiesto Programático» para el proceso de primarias de Apruebo Dignidad, el precandidato presidencial del Frente Amplio, Gabriel Boric, dispone de un apartado completo dentro del capítulo «Instituciones Públicas y Democráticas al servicio de los Pueblos», denominado «Defensa Nacional y Fuerzas Armadas».
La propuesta parte sosteniendo que «si bien, las áreas de misión establecidas en el Libro de la Defensa Nacional se orientan a la Defensa, Cooperación Internacional, Emergencia Nacional y Protección Civil, Contribución al Desarrollo Nacional y a la Acción del Estado y Seguridad e Intereses Territoriales, nuestra política debe promover un especial énfasis en tres ejes centrales:
- El uso del instrumento militar para la integración regional
- Sumar a las FF.AA. al desarrollo nacional en una perspectiva de transformación
- Detener la creciente militarización del orden público, por lo que será urgente revisar los decretos que el actual gobierno ha elaborado para esta materia.
Seguidamente establece que «el control civil es el punto de partida para todo desarrollo programático«.
Continúa planteando que «es necesario revisar la autonomía política y operacional de las FF.AA. amparadas en la Constitución y cuyas bases legales se encuentran en la Ley Orgánica Constitucional de las FF.AA. y que permite una autorregulación en al menos 4 áreas sensibles:
- Doctrina operacional
- Mando y control
- Proyecto educativo institucional
- Financiamiento y adquisiciones militares»
A continuación, explica que «la defensa y la seguridad de la nación deben ser parte de un nuevo proyecto nacional y coherentes a un nuevo modelo de desarrollo.»
En este punto especifica que «los objetivos de la defensa nacional deben incluir la sostenibilidad, el cuidado de la independencia de la nación y los DDHH. De igual forma, esta debe ser vinculada directamente con las políticas internacionales, replantearlas y trabajar por una integración de la región entre los países vecinos y Sudamérica«.
Por otra parte, aborda el ámbito educacional al interior de las instituciones, su control, currículum y procesos de ingreso, indicando que «el proyecto educativo institucional de cada una de las ramas de las FF.AA. debe terminar con la autonomía y descentralización. El Estado, a través del Ministerio de Defensa y el Ministerio de Educación, deben definir el carácter, objetivos y alcances de los planes curriculares de formación, además de la selección e ingreso de la juventud en las escuelas matrices, en coherencia a los actuales desafíos del conjunto del país».
El programa «también apuesta a erradicar la división de clases y el patriarcado al interior de las FF.AA. entendiendo que estas también existen en las instituciones castrenses, al igual que en cualquier otro espacio de nuestra sociedad».