Llegar a abril. En reservados círculos prospectivos, era la meta desde hace meses. Atendiendo la deslegitimación institucional imperante, la pandemia y la escasez, se percibía que al constituirse la Convención Constitucional, Chile construiría un camino de salida, con un cronograma claro y dotado de legitimidad. Se contaba con un amaine de la pandemia y con el inicio de la anhelada vacunación. Tanta era la confianza que las autoridades se fueron de vacaciones tranquilamente, y se relajaron medidas. Por cierto la primera línea sanitaria y de seguridad prosiguió 24/7 con elevadas bajas. Ya sabemos lo que paso. Estamos en abril y la Convención será electa en mayo en medio de una segunda ola peor que la primera. Corresponde hacer una critica de la maniobra.
Una sociedad agotada inicia el otoño con escaso optimismo. Luego de un año difícil, se ve poca claridad estratégica. Los actores políticos tienen objetivos muy diferentes. La Moneda quiere asegurar un legado decoroso, si ello es posible. Los partidos están pensando en las presidenciales. Mientras, la mayoría de las familias necesitan recursos ante una cotidianeidad claustrofóbica que se intensifica y se prorroga. Por su parte, en La Araucanía sin novedad en el frente, más de lo mismo.
El barrio esta igual o peor. Brasil, Venezuela, Perú, entre otros, exhiben alarmantes cifras. Pero no es obstáculo para que el próximo domingo se lleven a efecto elecciones en Ecuador, Perú y Bolivia.
Sensación térmica: agobio y desconcierto
Transcurrido un año de pandemia las cifras son peores. ¿Era evitable? ¿Se está manejando bien la crisis? A la critica de legitimidad se añade la critica de competencia. El gobierno no es el mismo, muchos titulares se fueron, su banca también. Lo reflejan todos los días los rostros del gabinete, que expresan agobio y desconcierto lo que contrasta con el exitismo presidencial. ¿Ven realidades distintas?
Buena parte de la población se pregunta porque los de arriba no se ponen de acuerdo en como resolver la crisis. Crisis nacionales se enfrentan con políticas nacionales. Intentar pasar a la historia como el mejor gobierno que enfrentó la crisis, además de desproporcionado, no convoca al resto del país, menos en tiempos de elecciones. Por su parte, candidates que piensan que ser oposición es principalmente demandar recursos de donde sea tampoco ayuda. Una élite poco generosa, con exceso de agendas sectoriales y personales se distancia mas de la ciudadanía.
El tiempo empieza a correr a favor de nadie y en contra de todos. Estamos cerca de agotar las reserva estratégicas. Combatimos en muchos frentes a la vez. ¿Mayo reemplazará a Abril?. Ya se fue el verano, dentro de muy poco vendrá el invierno.