Los tres comandantes de las fuerzas armadas brasileñas decidieron poner sus cargos a disposición del presidente Jair Bolsonaro, quien impulsa que, sobre todo el Ejército, se encolumne contra las cuarentenas y el toque de queda decretado por los gobernadores para enfrentar el colapso de la pandemia, informaron fuentes gubernamentales.
Con los seis ministros cambiados por parte de Bolsonaro, incluido el despido del de Defensa, general Eduardo Azevedo e Silva, el ultraderechista intentará encontrar un jefe militar para reemplazar al jefe del Ejército, Edson Pujol.
«Pujol debe ser el primero a perder el cargo», escribió el diario Correio Braziliense, al referirse al comandante que calificó a la pandemia como el «mayor desafío de su generación».
El exjefe de Gabinete y nuevo titular de Defensa, Walter Braga Netto, debe reunirse con los jefes militares a lo largo de este martes.
Bolsonaro amenazó la semana pasada con usar al ejército para contrarrestar las cuarentenas y confinamientos en los estados, una posición contraria a los cuarteles.
Braga Netto tiene la experiencia de haber sido interventor para militarizar la seguridad en Río de Janeiro en 2018, por orden del expresidente Michel Temer.
Están más aliviados para seguir en sus funciones el jefe de la Marina, Ilques Barbosa Junior, y el de la Fuerza Aérea, Antonio Carlos Muaretti Bermudez.
De acuerdo con especialistas del sector castrense, el generalato tiene más independencia de Bolsonaro que los cuadros militares más jóvenes.
El principal candidato a reemplazar a Pujol es Marco Gomes, jefe de la región del noreste, bastión del opositor Luiz Inácio Lula da Silva.
Gomes fue viceministro del Gabinete de Seguridad Institucional -del que dependen los servicios de inteligencia- del gobierno de Michel Temer tras la destitución de Dilma Rousseff.
Otros nombres que por antigüedad resuenan son los de los generales José Luiz Freitas, Marcos Antonio Amaro dos Santos y Paulo Sérgio.
Crisis gubernamental
Las renuncias se producen luego que, presionado por sus aliados políticos en el Congreso y luego de que horas antes el canciller, Ernesto Araújo, y el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, renunciaran, Jair Bolsonaro se viera obligado a realizar una nueva reforma ministerial ayer lunes, la mayor desde que asumió en 2019. Los cambios afectaron a seis altos cargos: los ministerios de Defensa, Relaciones Exteriores y Justicia, así como la Secretaría de Gobierno, la jefatura de Gabinete de Presidencia, conocida como la Casa Civil, y la Procuraduría de la República.
En un comunicado, la Presidencia confirmó que el embajador Carlos Alberto Franco reemplaza a Ernesto Araujo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Walter Souza Braga liderará el Ministerio de Defensa en sustitución de Fernando Azevedo. Y en el Ministerio de Justicia, el jefe de la Policía Federal, Anderson Torres, reemplazará a André Mendonça.
Los cambios en estas tres carteras se dieron horas después de que sus respectivos ministros renunciaran a sus cargos.
Con información de Télam y France24.