Los hechos del viernes 12 de febrero en que resultó quemado un furgón de Carabineros en pleno Barrio Bellavista, a metros de la Plaza Baquedano, se suma a una serie de protestas en que vehículos policiales resultan destruidos por los manifestantes y ante la huida de los policías, tal como ocurrió en el mismo barrio el 20 de noviembre de 2019. El debilitamiento del sentido de autoridad de la policía es total y múltiples los factores de este desplome. Este domingo el presidente de la La Liga Marítima de Chile, el almirante en retiro Miguel Ángel Vergara Villalobos en una carta publicada por el «decano» plantea con total raazón que: «Ya es hora de que dejemos de preguntarnos cuándo parará la creciente anarquía que reina en el país. La pregunta es cuándo el Gobierno, el mundo político, la Justicia, los organismos de derechos humanos y los medios de comunicación permitirán que los carabineros impongan el orden».
Lo que plantea Vergara Villalobos pone en la discusión pública la grave crisis político-institucional que arrastra la nación y que detonó el 18 de octubre del 2019 pero que en vez e ser enfrentada con sentido país cada cual -Gobierno, partidos políticos, parlamentarios, líderes de opinión, la prensa en general y las RSS- ha aportado para ahondar la crisis y tener instalada la violencia en el corazón de la capital y en varias de las capitales regionales de la nación, todo esto agudizado por la pandemia que ha servido de «tapa» para esta olla a presión.
A continuación el texto completo de Vergara que tituló: «Así estamos»:
Se informa que en los ya tradicionales desórdenes de los viernes en la tarde, en Santiago, los carabineros huyeron ante una turba que atacó un furgón policial y procedió a quemarlo, sacándose fotografías y filmando el heroico acto delictual, en la más absoluta impunidad.
La alternativa habría sido que los carabineros hubieran embestido a la turba con el furgón o hecho uso de sus armas, lo que probablemente habría provocado muertos y heridos.
La izquierda en masa, incluyendo varios de sus parlamentarios, habría rasgado vestiduras pidiendo las penas del infierno para los carabineros; el fiscal de turno rápidamente habría determinado que hubo violencia innecesaria; los carabineros habrían sido procesados y quedado sin sueldo durante los meses que durara el proceso; los organismos de derechos humanos clamarían por la reforma inmediata de Carabineros y exigirían la renuncia del general director; los medios de comunicación se habrían refocilado con los “asesinos” que atacaron a quienes se manifestaban pacíficamente; y ni hablar de las redes sociales.
Para evitar todo eso, los carabineros prudentemente optaron por huir.
En tal contexto, ya es hora de que dejemos de preguntarnos cuándo parará la creciente anarquía que reina en el país. La pregunta es cuándo el Gobierno, el mundo político, la Justicia, los organismos de derechos humanos y los medios de comunicación permitirán que los carabineros impongan el orden«, sostiene Miguel A. Vergara Villalobos.