Los niveles de democracia cayeron a nivel mundial, alcanzando un récord histórico registrado desde el primer lanzamiento en 2006 del Índice de Democracia de la Unidad de Inteligencia de The Economist, siendo la pandemia de Covid-19 la gran responsable.
A consecuencia de ella, fueron las medidas llevadas a cabo por los distintos gobiernos alrededor del globo para contener al coronavirus las que en gran parte (pero no únicamente) empeoraron todos los puntajes regionales promedio, algo que no sucedía desde 2010, según el informe.
In 2020, @TheEIU‘s Democracy Index fell to the lowest average since it began in 2006 #DemoIndex https://t.co/SnP78MA7eu pic.twitter.com/XVQ0uSZbES
— The Economist (@TheEconomist) February 3, 2021
La pandemia golpeó a la salud, la economía, y también a la democracia a nivel mundial en el 2020. El valor global cayó de 5.44 en 2019 a 5.37 en 2020 registrando el nivel más bajo hasta el momento, lo cual «representa un deterioro significativo y se debió en gran parte, pero no únicamente, a las restricciones impuestas por los gobiernos a las libertades individuales y las libertades civiles que ocurrieron en todo el mundo en respuesta a la pandemia de coronavirus», explica el estudio.
Las cifras
La unidad de investigación de The Economist calcula cada año el índice de democracia sobre la base de 60 criterios, agrupados en cinco categorías: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento de gobierno, participación política y cultura política. El mínimo teórico es 0 y el máximo es 10.
El resultado global en 2020 fue de 5,37, el peor promedio mundial desde que se creó el índice en 2006. En 2019 había sido 5.44. La mayor caída la registró Malí y Taiwán fue el que más subió.
De acuerdo con el índice, por encima de 8 puntos los países se consideran “democracias plenas”. Esta categoría reagrupa a los 23 primeros. El mejor es Noruega, con un índice de 9,81. Le siguen Islandia (9,37), Suecia (9,26), Nueva Zelanda (9,25) y Canadá (9,24). Las únicas regiones que, en promedio, califican como plenamente democráticas con América del Norte (8,58) y Europa Occidental (8,29).
En la categoría siguiente están las “democracias deficientes”. Ese segmento, encabezado por Francia (7,99), incluye a 52 naciones, como Estados Unidos, Portugal, Italia o Bélgica, entre otros.
En otro escalón están los “regímenes híbridos”, aquellos que no terminan de ser democracias pero tampoco autocracias. Son 35: el más democrático es Bangladesh (5,99) y el más autoritario es Nigeria (4,10).
Por último, están los “regímenes autoritarios”, el grupo más numeroso, ya que tiene 57 integrantes. En un extremo está Malí, con 3,93, y en el otro está el país con peor calificación de 2020, que es Corea del Norte, con un índice de democracia de 1,08.
El estado de la democracia en América Latina
América Latina es, después de América del Norte y Europa Occidental, la región más democrática, con un índice medio de 6,09, 0,04 unidades menos que en 2019. No es la que más retrocedió en el último año, que es el África Subsahariana (0,1), pero tampoco es la que menos, que es América del Norte (0,01).
En el grupo de las democracias plenas sólo tiene tres países: Uruguay, que ocupa el puesto 15º del ranking, Chile (17º), que escaló un puesto en relación al ránking de 2019, sobrepasando a Costa Rica que descendió al 18º lugar.
Sin embargo, de acuerdo al estudio, en la región la mayoría de los países son democracias deficientes. En esa categoría se encuentran Colombia (46º), Argentina (48º), Brasil (49º) y México (72º), los cuatro países más grandes de Latinoamérica.
Entre los regímenes híbridos están Honduras (88º), Bolivia (94º) y Guatemala (97º), mientras que caen la categoría de regímenes autoritarios Cuba (140º) y Venezuela (143º).
“El declive regional en 2020 estuvo impulsado principalmente por el recorte de las libertades civiles en respuesta a la pandemia de coronavirus. Sin embargo, los retrocesos democráticos en El Salvador, Guatemala y Haití también tuvieron un impacto negativo en la puntuación media regional”, sostiene el informe de The Economist.
“El único cambio en la clasificación de los países por tipo de régimen fue el descenso de El Salvador de democracia deficiente a régimen híbrido. Esto está en consonancia con una tendencia de retroceso democrático en la región durante la última década, desde el aumento de las prácticas antidemocráticas en Bolivia y Centroamérica hasta el creciente autoritarismo en Venezuela y Nicaragua”, recalca el medio.