La pandemia del COVID 19 no solo dejó de manifiesto las debilidades del sistema escolar chileno, su desigualdad, segregación, exclusión, estructura arcaica y jibarizada.
Ya en el mes de abril del presente año este organismo hacía agua, sus autoridades hablaban de un sistema educativo que no existía y que sólo en sus imaginarios estaba presente. En las comunidades educacionales existía incertidumbre, miedo, inseguridad y hambre. Dar alguna certeza en medio de tanta poca claridad era fundamental, pero desde la Alameda Bernardo O’Higgins 1371 insistían en dirigir una estructura que a los territorios no llegaba y menos a las comunidades educativas de los sectores más vulnerables.
Pero también, esta pandemia mostró las debilidades de quien lidera esta secretaría de Estado y no me refiero a la Ministra Cubillos que, durante todo su tiempo al mando de esta cartera, solo se defendió de las reformas impulsadas por la presidenta Bachelet. Me refiero al actual ministro Figueroa, quien ha tenido un pésimo desempeño, con una impertinencia, incoherencia, descontextualización y relato conceptual – técnico inexplicablemente deficitario.
Por ejemplo: Después de suspender quince días las clases, inmediatamente llama adelantar las vacaciones de invierno recién terminado el verano, cuando lo que debía hacer, era seguir fortaleciendo las clases online que el mismo había anunciado e instalado unilateralmente. Continúa en este errado actuar y hablar en el mes de abril, mientras el ex ministro de salud Mañalich decía que el peak de la pandemia era a fines de ese mismo mes e inicios de mayo, Figueroa insistía en volver a clases y claramente, se transformaba en el guaripola de este deseo, pero sin banda y marchando solo.
Figueroa colocaba sus mejores esfuerzos para seguir marchando solo; comienza a difundir las virtudes de su sistema online, que ya en el mes de mayo reveló que la brecha digital en el sistema escolar era brutal. Solo el 50 por ciento de los estudiantes en Chile tiene Internet en su casa (Nos da la razón el lanzamiento realizado por el Presidente Piñera, del inicio de la licitación para la red 5G realizando esta semana, de cual tenemos muchas dudas, pero será materia de análisis posterior), nunca entendió que era educación a distancia, para los/as estudiantes que tienen Internet y para las/os que no lo tienen.
Con lo antes expuesto, es decir de un 43% a un 49% de alumnos/as sin conexión, el Estado de Chile está vulnerando un derecho constitucional a niños/as, jóvenes y adultos como es el acceso a la educación en igualdad de condiciones.
El ministro es incombustible, a fines de mayo vuelve a la carga para volver a clases, a través del slogan: “Retorno Seguro”, pero ahora sí, sin fecha definida y un poquito más mesurado, llamando a empezar a trabajar en ello. Es así como Figueroa habla y explica tres conceptos de este nuevo intento de volver a clases presenciales; seguridad, flexibilidad y equidad, enviando a todos los sostenedores y establecimientos del país, sendos instructivos donde explica estos conceptos y junto a ellos, un conjunto de insumos sanitarios, sin explicar cuáles son los mínimos para funcionar y el costo del funcionamiento (No obstante, recién en agosto MINEDUC envía un texto de 39 páginas denominado: Abrir las escuelas Paso a Paso Orientaciones para establecimientos en Aysén), nos parece que a esta altura de mayo ya son palos de ciego.
El mes de mayo fue para Figueroa fatal, ahí perdió la guaripola y con muchos problemas marcaba el paso en su marcha hacia el espacio infinito y más allá. Antes del 21 de mayo insistió en que se tomará el SIMCE, pero con una mirada solo de diagnóstico, sin consecuencias para los establecimientos. ¿Para qué?, Seguro el SIMCE nos arrojará lo que dice siempre: “Existe una brecha en el logro de aprendizajes y en alcance de los Índices de Desarrollo Personales y Sociales (IDSP), entre los sectores de mayores ingresos y los de menores también”. Es decir, el ministro guaripola se nos transformó en predictivo y predecible, sabíamos entonces que seguiría doblando a la derecha y con más fuerza.
En ese afán y deseo incontenible de volver a clases presenciales, se despacha la siguiente frase en un programa de televisión abierta, el 21 de julio: “Un niño hacinado, con riesgo de ser abusado sexualmente, en su hogar, tiene que tener la posibilidad de ir a la escuela”.
¡No ministro! Ese niño/a, debe ser protegido por el Estado, por las redes del Ministerio de Justicia, por la subsecretaría de la niñez y fiscalizada por la Defensoría de la Niñez, encargada de la promoción y protección de los derechos de niñas y niños, estamos hablando de un delito con consecuencias penales y humanas. Ahora, si las condiciones lo permiten debemos de velar que asistan a clases, pero hoy es incierto. No saque provecho de la pobreza en su larga marcha por retornar a clases presenciales, no es bueno y se ve muy mal. Demuestra insensibilidad y no control de impulsos, en una temática traumática para muchas familias y principalmente para niños/as.
Sin embargo, a mi juicio el problema más grave del ministro Figueroa es la falta de trazabilidad, es decir de conducción, articulación de diálogo, participación y deliberación de los actores del sistema escolar, es decir su déficit es político.
El ministro debe generar los espacios para llegar a propósitos comunes, reconociendo a los/as otros/as del sistema escolar como sus pares, cada uno/a en sus roles, instalar mesas de trabajo para recoger percepciones, información, escuche a expertos, especialistas y consultar a los actores del sistema escolar. El retorno a clases presenciales no es un tema de expertos (economistas, académicos, científicos es por cierto conocer su opinión) como tampoco se resuelve por decreto.
Ministro, converse, pregunte y dialogue: ¿Cuántos niños/as están contagiados o lo estuvieron? ¿Cuántos docentes han estado contagiados? ¿Cuántos apoderados han estados contagiado? ¿Cuántos asistentes de la educación han estado contagiados? o ¿Cuántos alumnos, apoderados, asistentes de la educación y docentes han fallecido/a? ministro, lamentablemente vamos en más de 10 mil 500 fallecidos, historias apagadas, familias heridas en lo más profundo, no son números. Conmuévase por eso y verá cómo tiene respuestas positivas. El nuevo estadio de desarrollo de la humanidad en y post pandemia es con colaboración, participación, solidaridad, empatía y bien común, sobre todo en una comunidad educativa.
A propósito de lo anterior, no puede ponerse a pelear con el Colegio de Profesores de Chile, usted es quien debe convocarlo, sus dirigentes hacen su pega gremial que es defender a sus afiliados, no los puede salir a emplazar que digan que no quieren volver a las clases presenciales. Es una falta total de sentido común de su parte, es como que salga un médico a decir que es bueno que los enfermos/as no vayan a consultar con ellos/as sus patologías, que un abogado/a indique que no son necesarios en una demanda o defensa entribunales, etc. Que no le pase lo que a Mañalich con el Colegio Médico, de verdad todos/as nos necesitamos.
Por otro lado, ministro Figueroa hay un tema sensible que es la alimentación de los estudiantes y el rol de JUNAEB que ha sido ascendentemente desgraciado, inoperante y con acumulación de desidia permanente entrega tras entrega. Las primeras cinco canastas personales para los estudiantes pertenecientes al PAE (Plan de Alimentación Escolar), no se dieron cada 15 días, sino que cada casi a un mes. Donde, lo peligroso ocurrió en la sexta y séptima entrega donde los huevos entregados estaban podridos y descompuestos. Entiendo que el sostenedor de la zona sur de Santiago envió correos a las autoridades jurisdiccionales tanto del ministerio de educación como de la junta nacional auxiliar escolar y becas. De verdad, despliéguese en el territorio como lo vi en una foto junto a la primera dama de la nación Sra. Cecilia Morel, en el contexto de la entrega de la séptima canasta y ojalá se haya percatado o sabido de esto, pues, para esas familias es frustrante. Esos padres, necesitan la alimentación para sus hijos/as, no los humillen más.
Ministro, sí quiere liderar políticamente el Ministerio de Educación además de lo anterior, debe asumir responsabilidades y tener un discurso coherente sin vacilaciones y en todo contexto, no puede en los medios y entrevistas plantear con tanta fuerza volver a las clases presenciales y en su visita al Senado decir que es voluntario… Pero, sobre todo no hacerse responsable, resulta muy fácil pedir al sostenedor hacerse cargo de presentar el plan de retorno presencial, enviar al MINSAL para su revisión y decidir. ¿De qué se hace responsable el Ministerio de Educación? ¿Cuál es la responsabilidad política, administrativa y financiera de usted? Al parecer ninguna. Esto abre una discusión necesaria que es que el Estado y sus carteras, deben tener más atribuciones y hacerse responsable de la conducción política, financiera y administrativamente, pero de verdad y no subsidiariamente como usted lo quiere hacer.
Finalmente, ministro aún es tiempo de corregir, sea pertinente, coherente y contextualizado para ir articulando el relato y unidad de acción en el sistema escolar junto a sus colaboradores en el Ministerio de Educación. ¡Haga política!, usted llegó al cargo por ser político y no por laborum.com, siéntase orgulloso de ello, no se avergüence: Convoque a parlamentarios, asociaciones de centros de padres y apoderados, asociaciones asistentes de la educación, alcaldes, sostenedores, Colegio de Profesores, científicos, académicos, estudiantes, hablen, conversen, infórmense y deliberen. Construya este espacio y publicítelo, que la ciudadanía sepa, frente a la desconfianza la información debe ser para todos/as. Que la sociedad vea que usted está en ese propósito y acuérdese de mí ¡Pero hágalo ya! y verá cómo usted se desconfina y tiene trazabilidad con los actores del sistema escolar y la sociedad en su conjunto. A, me olvidaba y no siga diciendo barbaridades como las que dijo en una sesión de la cámara baja, donde se discutió el plan de Gobierno para el retorno a clases presenciales, señalando: “Sí estamos en condiciones de abrir una escuela para que sirva de local de votación, yo me pregunto, y muy legítimamente, ¿No podemos, si se dan ahí también las condiciones sanitarias, abrirlas para qué los alumnos puedan beneficiarse de ese espacio protector?” Figueroa,guaripola de guaripolas, no hay contexto, no hay margen, ni fuerza, para resistir esta soberbia interrogante e interpelación que realiza. Pero sólo me cabe una duda, ¿Está colocando en cuestión el plebiscito? ¿Cristián el del segundo piso le dijo que dijera semejante analogía? ¡Por favor no emporque más su nido y no pase a ser ave de mala ralea! Sea ministro por favor.
Sobre el Autor:
Fernando Ochoa del Río, ex Presidente Comisión de Educación Partido Socialista de Chile.