El gobierno presentó el miércoles una propuesta para reformar las pensiones que, entre otras novedades, permitirá que los mexicanos tengan derecho a una jubilación cuando hayan cotizado 15 años y no los 25 que se exigen en la actualidad.
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que la reforma supone un cambio “trascendente” porque daría, según él, un mayor apoyo a los trabajadores que menos cobran y porque cuenta con el consenso del sector empresarial y del obrero.
Se prevé que la iniciativa sea analizada por la Cámara de Diputados esta semana y sea aprobada sin dificultades, ya que el partido oficialista y sus aliados tienen mayoría parlamentaria y la propuesta cuenta con el apoyo de los empresarios y los principales sindicatos.
La edad de jubilación se mantiene en los 60 años, pero se aumentará el porcentaje de personas que puedan acceder a una pensión del 34% al 82%, según las estimaciones del gobierno. El dinero que recibirán pasará de 150 dólares mensuales a una media de unos 195 dólares.
El mínimo de tiempo cotizado para poder cobrar una pensión pasará de 1.250 semanas, el equivalente a 25 años, a 750, que son 15 años, aunque el gobierno prevé que este límite aumente progresivamente durante la próxima década hasta las 1.000 semanas.
El sector empresarial será el que tenga el mayor incremento en la carga económica, ya que sus aportaciones a una jubilación pasarán de poco más del 5% a casi el 14%, mientras que la aportación de los trabajadores se mantendrá sin cambios.
La iniciativa, que también prevé revisar los sistemas de ahorro o afores, fue avalada por el Consejo Coordinador Empresarial, el mayor representante patronal, y la Confederación de Trabajadores de México. La última reforma de las pensiones en México se hizo en 1997.