Solo y, tras su intervención, señalando que no aceptaría preguntas, fue la despedida ante los medios del ahora exministro de Salud, Jaime Mañalich.

Fiel a su estilo, el profesional repasó en su declaración en La Moneda, al término de la ceremonia que llevó a su cargo a Enrique Paris, lo que fue su gestión, agradeciendo a las autoridades del Gobierno y al nuevo ministro de Salud su apoyo permanente a su trabajo, reconociendo que dio un paso al costado en virtud de iniciar una nueva etapa necesaria para el país, donde el diálogo y la unidad deben primar para superar la crisis sanitaria actual.

Así, declaró que «he llegado al convencimiento que esta nueva etapa requiere un nuevo liderazgo, que se abra nuevamente al diálogo, que convoque a más personas, que le de frescura a la conversación y no he dudado un segundo en manifestarle al presidente Piñera que es mi deber republicano dar un paso al costado, y el presidente ha aceptado mi renuncia».

En dicho contexto, agradeció al entrante ministro Paris, indicando «que asume el desafío de ser ministro de Salud en este momento tan complejo y difícil, pero tengo la seguridad que va a poder liderar de mejor manera la etapa que viene en la lucha contra el coronavirus».

La hora del balance: la llegada

A continuación, Mañalich comenzó a hacer un repaso a su gestión desde su arribo el año pasado, en reemplazo del entonces ministro de Salud Emilio Santelices, comentando que «el sentido de ese llamado (del presidente Piñera para asumir el cargo) y misión era acelerar una dramática reforma al sistema de salud chileno, que sabemos tiene múltiples falencias y es necesario un acondicionamiento a los nuevos tiempos».

“Es así como se trabajó en una reforma a Fonasa, a isapres, al plan nacional de medicamentos, para disminuir el gasto que empobrece a personas, sobre todo cuando tienen una enfermedad crónica o son adultos mayores», detalló respecto a esa etapa inicial.

Seguidamente se refirió a la consecuencias de la crisis social surgida el 18 de octubre en el trabajo del Ministerio, señalando que, «sin esperarlo, esta tarea habitual dura y difícil, a partir del 18 de octubre se encontró con un nuevo desafío de gran magnitud. Como ustedes recuerdan se inició un estallido social extraordinariamente violento, que significó que la red asistencial tuvo que fortalecerse y responder a desafíos para los que no estaba preparado».

La dura labor en medio de la pandemia

Posteriormente se sumergió de lleno en el azote del coronavirus, desde las primeras decisiones adoptadas por el Gobierno a principios de año.

«Desde el 2 de enero de este año, nos vimos enfrentados a un nuevo desafío, un virus lejano de China, que amenazaba con propagarse rápidamente a todo el mundo, produciendo graves consecuencias”, detalló el saliente ministro Mañalich, haciendo hincapié en que el Mandatario tuvo «la confianza cuando transmitimos la preocupación por esta nueva pandemia, con datos todavía muy imprecisos«.

Asimismo, destacó que el Mandatario creyera en ese momento «que esto podía ser un desafío para la salud pública chilena, que podía afectar a muchas personas y comprometiera su apoyo y liderazgo para recursos y aumentar nuestra capacidad de testeo para esta nueva enfermedad, que hay que decirlo, en muy poco tiempo se ha transformado en las crisis sanitaria más importante que ha enfrentado nuestro planeta, probablemente en más de un siglo”.

“Él (Sebastián Piñera) ha liderado esto desde el primer momento, trabajando tanto o más que todos nosotros. Creo que bajo su presidencia estamos en muy buenas manos para salir adelante de esta grave crisis que afecta a nuestra nación”, acotó.

Por otra parte, tuvo palabras de agradecimiento para el personal de la salud que ha debido bregar contra los efectos de la pandemia en el país, indicando que «durante este periodo hemos trabajado incansablemente, todos los trabajadores de la salud; si hay algo que admiro y agradezco es el sacrificio de los trabajadores de las salud que no han dudado en luchar e incluso en arriesgarse para defender a nuestros compatriotas contra este terrible flagelo», añadiendo que «todo este esfuerzo ha estado destinado a que el virus produzca el menor daño posible y que genere en menor dolor que podamos imaginar (…) Agradezco de todo corazón lo que he aprendido de los trabajadores de la salud, será un recuerdo imborrable para mi».

«El momento más duro»

En este punto, Mañalich fue enfático en afirmar que «hemos llegado al momento más duro de la enfermedad en Chile. Yo predigo, me atrevo a decir, que en las próximas semanas vamos a tener una tensión sobre la red asistencial aún mayor y que el nivel de presión a la ciudadanía para que cumpla las medidas de aislamiento van a ser muy severas, como están siendo ya en tantas semanas de esfuerzo colectivo”, expresó.

Finalizó su intervención expresando que «necesitamos unirnos, necesitamos confiar más, necesitamos trabajar juntos. Este es el momento de la unidad, del diálogo y la confianza, y si para eso debo dar un paso al costado, lo doy feliz. Estoy seguro que juntos venceremos al coronavirus, juntos, todos juntos«.