Dos médicos y una profesional de salud que trabajan en clínicas privadas y hospitales públicos en Santiago revelan lo inconfesable: en sus trabajos en el sector poniente tienen que elegir quién vive y quién muere, con pacientes de edades mucho más tempranas de las que usted podría imaginar, mientras son testigos, en sus funciones en clínicas del sector oriente, que hay camas UCI y ventiladores mecánicos disponibles, que, sin embargo, se informan como ocupados.
Los dos médicos y la profesional de la salud que hablaron conmigo, lo hicieron a condición de anonimato. Estos son sus testimonios.
La unidad “Fin de vida”
“Soy Médico de Unidad de Paciente Crítico de un hospital público. Trabajo en un sector de Santiago, donde se concentra la gran incidencia de casos y donde la realidad socio-sanitaria hace imposible el cumplimiento de cuarentenas estrictas.
“La realidad actual es que el colapso es ahora. La cantidad de pacientes enfermos, con necesidad de hospitalización y algun tipo de soporte ventilatorio supera con creces la capacidad hospitalaria.
“Aunque todas las unidades de mi hospital se han reconvertido, dejando de lado sus labores habituales para ser unidades COVID, no es suficiente.
“Hay pacientes que esperan por días la conexión a un Ventilador Mecánico. Son pacientes hospitalizados en distintas unidades, soportados con nariceras o mascarillas, tratamiento que es evidentemente insuficiente para el nivel daño pulmonar que tienen. Es así como muchos pacientes mueren esperando. Sé que la situación es distinta en Clínicas Privadas.
“Durante esta pandemia, mi hospital ha tenido muchas veces camas y ventiladores mecánicos disponibles. Sin embargo, la falta de personal e insumos nos ha obligado a tener que dejar camas sin usar y, por ende, a pacientes sin atender.
“La red de oxígeno en mi hospital ha llegado a su tope. En palabras simples, no se pueden conectar más dispositivos (ventiladores, nariceras de alto flujo), porque la red fallaría y todos los dispositivos actualmente conectados dejarían de funcionar adecuadamente. En ese caso ¿de qué me sirve tener ventiladores que no puedo usar?
“Siempre ha sido duro el momento en el que se debe decidir ‘no tratar’ o limitar los esfuerzos con un paciente y lamentablemnte hoy nos vemos enfrentados a esto día a día. Es momento de dejar de creer que la limitación se aplica a pacientes de edad avanzada o con grandes comorbilidades. Hoy en Chile se está limitando a pacientes de 40, 50, 60 años, hipertensos, obesos y diabéticos, solo por falta de recursos.
“Día a día y hace semanas, hay que ‘elegir’ cuál es el mejor candidato para ser conectado a un ventilador, dejando a decenas de pacientes fuera.
“La realidad es que los más pobres de este país como siempre son los que se llevan la peor parte. Basta con especular cuando se vendrá lo peor, si actualmente para muchos ese tiempo ya llegó.
Siento con profundo dolor que hasta que estos conflictos no sean de la clase alta de este país, no habrá reales voces de alarma.
“Creo que la situación sería muy distinta si a una familia del sector oriente, en una Clínica privada, se les informara telefónicamente que su padre de 60 años será trasladado a la unidad de ‘Fin de vida’, dado que la situación actual hace imposible conectarlo a un ventilador mécanico. Esta situación sería noticia y portada de diarios, mientras que hoy es la realidad actual en los sectores pobres de este país y pareciera nadie hacerse cargo de esto.
“Es evidente que el sistema de salud público ha superado con creces su capacidad y el negar que estamos viviendo hoy el colapso de éste, es mentirle en la cara a millones de personas.
“Deben de una vez por todas asegurar el mismo ingreso a la salud a toda la población. No puede ser que en los secotres pobres gente este muriendo por falta de recursos, mientras que aún existen camas, ventiladores y personal disponibles en el sector privado”.
El mejor candidato
Doctora intensivista de sector público y privado: “Escuchar las noticias dejando la sensación de que se está dando la atención de salud a los pacientes según sus necesidades, es escuchar mentiras o es escuchar lo que queremos escuchar.
“Se ha aumentado la capacidad de camas críticas en el sistema público, pero no es suficiente. Las clínicas también han aumentado su dotación, pero esos recursos no están disponibles para todos.
“Trabajo en UCI y doy fe de que en mi hospital hay personas que se están muriendo esperando una cama crítica y una opción a ventilador. Todos los días hay que elegir al mejor candidato, que muchas veces no es el único esperando. Muchas veces, hay personas que esperando un ventilador pierden una chance que nunca se les dio».
“Por otra parte, trabajo en la Clínica Alemana, donde la situación es diametralmente diferente. Me consta que en un turno había dos ventiladores disponibles, aunque a la autoridad sanitaria se le informa que no hay cupos».
“El fin de esta declaración es solo mejorar y que la situación que llevamos viviendo ya por un par de semanas no se siga replicando».
“Quiero pensar que los pacientes no pueden trasladarse desde el hospital en que se encuentran porque están an muy graves y porque los criterios de traslado son exigentes y no aplicables a la realidad nacional. Pero tal vez hay que subirlos a la ambulancia, aunque estén graves, y darle una opción al menos”.
UCIS vacías
Profesional de la salud en clínica privada y hospital público:
“Trabajo en servicio crítico de una clínica privada en Santiago, perteneciente a la Red Salud Vitacura. En esta pandemia, me ha tocado ver en reiteradas oportunidades durante mis turnos de trabajo, que de alrededor de 7 cupos en camas UCI con ventilador invasivo, hay 3 disponibles para ser utilizados, pero están vacíos, sin pacientes.
“Me consta que en otras unidades de la misma clínica donde trabajo hay otros 6 cupos disponibles y sin pacientes.
“Me parece que esta situación es preocupante, especialmente al contrastarla con lo que se vive en los servicios públicos. Sé, por colegas que trabajan en los hospitales públicos, que no dan abasto y que gestión de camas informa que no hay disponibilidad en el sector privado y que hay personas que se mueren en los servicios de urgencia esperando una”.