La República Popular China intentó influir en el Gobierno alemán para que valorase positivamente su manejo de la pandemia del coronavirus, según una respuesta del Ejecutivo de Angela Merkel a una pregunta parlamentaria publicada el domingo 26 por el dominical ‘Welt am Sonntag’.
Según un informe de la Unión Europea difundido esta semana, Rusia y China continúan usando la crisis del coronavirus propagandísticamente. Sus objetivos serían, primero, la socavar la respuesta de la UE a la pandemia y, segundo, crear confusión sobre el origen y los efectos del virus. Y en este sentido habrían tratado también de presionar para que las autoridades respaldaran su gestión de la crisis sanitaria.
El gabinete tuvo conocimiento de «contactos de diplomáticos chinos con funcionarios alemanes con el propósito de lograr valoraciones positivas del manejo de la pandemia por parte de la República Popular China», precisa la respuesta, cuya autenticidad confirmó el mismo día 26 el Ministerio alemán de Interior, después de que el dominical citado informase al respecto y de que la embajada china en Berlín hubiera rechazado previamente las informaciones sobre tal intento de influir como «falsas».
En contestación a una pregunta de la diputada verde Margarete Bause, se detalla que funcionarios del Ministerio del Interior fueron contactados por diplomáticos chinos con ese propósito, de lo cual se alertó al departamento de Exteriores. El Ejecutivo alemán, de acuerdo con la respuesta, no accedió a los deseos chinos.
«Desde el punto de vista del Gobierno federal, la transparencia tiene un papel clave en la lucha contra la pandemia y eso lo dejamos claro ante la República Popular«, agrega. Sin embargo, en la misma respuesta el gabinete destaca los esfuerzos chinos en la lucha contra el coronavirus y señala que, dentro de una relación estratégica, hay contactos permanentes con Pekín con respecto a varios asuntos, entre ellos la pandemia.
Bause, en declaraciones a ‘Welt am Sonntag’, criticó la actitud del Ejecutivo alemán ante China y dijo que la respuesta del Ministerio de Interior mostraba una vez más el temor de Berlín a pronunciarse críticamente hacia Pekín. «La diplomacia europea señala a China entre los países que promueven la desinformación y las teorías conspiratorias con respecto al coronavirus», recordó Bause. «El Gobierno ni siquiera está dispuesto a pronunciarse claramente contra intentos de Pekín de ejercer influencia», agregó.
El experto en interiores del FDP, Konstantin Kuhle, pidió al gobierno alemán que ponga fin a su reticencia diplomática hacia Pekín. «Los intereses compartidos no son ninguna disculpa para no articular clara y ostensiblemente los propios», dijo Kuhle a la red de diarios locales RND.