La novela futurista -profética- de George Orwell publicada en 1949 «Orwell 1984», cobra vida en la comuna de Santiago de Chile, con una controvertida medida instaurada por el alcalde Felipe Alessandri, que busca impedir que los funcionarios del Estado (Estado vigilante como lo describe Orwell) compren en el comercio ilegal, como una manera de combatir el comercio callejero, pero que se transfora en una medida totalmente represiva y que incuso podría ser inconstitucionalidad, a menos que se adopte la lógica de la novela.
“Como funcionarios públicos tenemos que predicar con el ejemplo y por lo mismo hacer cumplir la ley y no fomentar al comercio ambulante ilegal comprándole sus productos. Por eso estamos enviando el oficio a 59 instituciones estatales que tienen su sede en la comuna para que instruyan a sus funcionarios a no adquirir cosas en la vía pública, porque detectamos en terreno, y a través de nuestras cámaras, que algunos son clientes habituales, especialmente en las mañanas”, sostiene el edil a lo «gran hermano» orwelliano.
El documento enviado a las reparticiones públicas va acompañado de afiches para que sean instalados en un lugar visible de las reparticiones con un llamado a dar el ejemplo a la ciudadanía.
“La próxima semana también invitaremos a las grandes empresas del casco histórico a sumarse a esta iniciativa, que marca una nueva etapa del Plan Comercio Justo”, dijo el Alcalde Alessandri.
“Los funcionarios públicos predicamos con el ejemplo. Comprar en el comercio ambulante ilegal es una falta”, esa es la frase del afiche que desde este lunes la Municipalidad de Santiago comenzó a distribuir, junto a un oficio, en todas las entidades públicas que operan en la comuna llamando a los Ministros de Estado, Directores y Jefes de Servicios a instruir a sus funcionarios a no comprar en el comercio ambulante ilegal.
“Como funcionarios públicos tenemos que predicar con el ejemplo y por lo mismo hacer cumplir la ley y no fomentar al comercio ambulante ilegal comprándole sus productos. Por eso estamos enviando el oficio a 59 instituciones estatales que tienen su sede en la comuna para que instruyan a sus funcionarios a no adquirir cosas en la vía pública, porque detectamos en terreno, y a través de nuestras cámaras, que algunos son clientes habituales, especialmente en las mañanas”, dijo el Alcalde de Santiago, Felipe Alessandri.
«Policía del Pensamiento» de Alessandri lo vigila todo
El documento explica que se han identificado a los funcionarios con sus credenciales comprando y recuerda que los clientes de los ambulantes ilegales se arriesgan a multas, de acuerdo a la Ordenanza N°59, de entre 1 y 3 UTM, es decir, de hasta $147.000.
Alessandri dijo que “si no hay clientes, no hay comercio ambulante, por eso el llamado es a que los funcionarios de las reparticiones públicas prediquen con el ejemplo y no fomenten a este tipo de personas que, en el caso de los desayunos, no cumplen con ninguna norma sanitaria y en la venta de artículos, estos son de dudosa procedencia. Con este llamado queremos respaldar a los comerciantes establecidos y a quienes tienen autorización pada vender en la vía pública, quienes con la reducción de los vendedores informales subieron sus ventas en cerca de un 30%. La próxima semana también invitaremos a las grandes empresas del casco histórico a sumarse a esta iniciativa, que marca una nueva etapa del Plan Comercio Justo”.
El plan tiene como objetivo combatir el comercio ambulante ilegal y desde enero de 2017 al 31 de agosto de 2019 ha logrado decomisar 251 toneladas de alimentos sin resolución sanitaria que se vendían en la vía pública; 195.330 artículos de diversos tipos; 260.891 prendas de ropa falsificada; 69.035 prendas de vestir y 9.027 carros utilizados en la venta de alimentos sin autorización.