Alexis Fleming tiene una enfermedad potencialmente mortal. Pasa su tiempo en la extensión boscosa del norte de Escocia, donde cuida a docenas de animales que también están enfermos, heridos o muriendo. Algunos tienen cáncer terminal, otros serían asesinados por sus discapacidades, otros fueron salvados de los mataderos. Alexis les brinda cuidados paliativos y los acompaña hasta su partida.