Luego que el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, advirtiera que de llegarse a aprobar el proyecto 40 horas que impulsa la oposición se perderían 250 mil fuentes laborales, la diputada del PC, Camila Vallejo, impulsora de la iniciativa parlamentaria, le respondió fuerte al Gobierno y señaló que la “política del terror es una política fracasada”.

“La política del terror que han levantado, es una política fracasada, lo intentaron el 2001 sin efecto y vimos, a partir de 2005 en la última reducción de la jornada, no pasó nada de lo que auguraron ese tiempo que también era desempleo, pérdida en salario, perdida económica, pérdida de productividad y no pasó nada”, aseguró la legisladora opositora.

Vallejo dijo que la idea del Ejecutivo con esta campaña del terror es que el proyecto de 40 horas pierda respaldo ciudadano, pero “la gente ya sabe lo que ha pasado en la historia, ha aprendido de la historia y sabe que esto es política del terror”.

En cuanto al apoyo que ha recibido su propuesta de parte de parlamentarios de Renovación Nacional, la diputada comunista expresó que el Gobierno está tratando de presionar a sus legisladores para alinearse detrás de su iniciativa.

“Ha tenido que recurrir a la presión, a la fuerza y no a la convicción, porque claramente es una propuesta que no ha hecho mucho sentido ni en los trabajadores y trabajadoras ni en los propios parlamentarios de Gobierno”, sostuvo.

En esa misma línea, Vallejo resaltó lo dicho por el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, quien admitió que la flexibilidad apuntará a las empresas y no a los trabajadores.

“Yo me quiero quedar con la honestidad que ha tenido el ministro Fontaine cuando dice que la propuesta de Gobierno y la flexibilidad busca que los empresarios puedan usar de mejor forma el tiempo de sus trabajadores y trabajadoras. Ahí está la clave del asunto, la flexibilidad que ellos proponen es precarización y colocar el tiempo de los trabajadores al antojo de las empresas y no según lo que le convenga a los trabajadores”, explicó.

Por su parte, la diputada del PC, Karol Cariola, sostuvo que la diferencia con el proyecto del Gobierno es que con esa iniciativa se pretende poner al trabajador en la misma condición que al empleador en un proceso de negociación.

A su vez, el diputado del PS, Marcelo Díaz, fue más fuerte y dijo que “este es un Gobierno acorralado comunicacional y socialmente, porque este proyecto (40 horas) es muy claro, muy sencillo y muy fácil de comprender que es bajar la jornada laboral de 45 a 40 horas”.

En ese sentido, también tuvo palabras para los dichos del ministro Larraín respecto a la pérdida de trabajos, preguntando sobre cuántas fuentes laborales se perderían con una reducción de 45 a 41 horas como es la indicación que hará el Gobierno.

“Esa es una mentira, es un intento de engañar y de confundir a la gente. Este proyecto es simple, lo que busca es reducir la jornada de 45 a 40 horas y es lo que la gente está esperando”, planteó.