Los dirigentes del G7 se reúnen este sábado en el sur de Francia bajo un clima de tensión, en una cumbre en la que tratarán cuestiones como los incendios en la Amazonía y la guerra comercial chino-estadounidense, aunque las grandes divisiones internas podrían minar la cita, reporta un calbe de AFP. En la cumbre participará el Presidente de Chile, Sebastián Piñera.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y los otros líderes de este grupo de países ricos, se enfrentarán a protestas al pisar el famoso balneario de Biarritz, aunque un fuerte dispositivo policial de más de 13.000 efectivos las mantendrá lejos del emblemático Hôtel du Palais, que acogerá a los mandatarios hasta el lunes.
Los primeros enfrentamientos entre manifestantes y policías estallaron el viernes por la noche en Urruña, una localidad al sur de Biarritz, donde 17 personas fueron detenidas y cuatro agentes resultaron levemente heridos.
Manifestantes anticapitalistas y altermundialistas, a los que se unirán militantes vascos, esperan también reunir este sábado a 10.000 personas para marchar de Hendaya, al sur de Biarritz, hasta Irún, en España, tras la clausura de una contracumbre.
Los incendios que se multiplican en la selva amazónica, tachados por el presidente francés, Emmanuel Macron, de «crisis internacional», se invitaron a último minuto en la agenda de esta tradicional cita de las siete grandes potencias democráticas e industriales.
París fue un paso más allá al anunciar que podría bloquear el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur por las «mentiras» del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en materia de compromisos medioambientales.
Macron pidió conversaciones de emergencia en el G7 con el fin de adoptar una respuesta «concreta» a los incendios que se expanden en el «pulmón del planeta». «Vamos a intentar movilizar a todo el mundo para levantar fondos, para poder reforestar lo antes posible», manifestó.
Máxima tensión comercial
La cumbre, en la que participan los líderes de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón, estará también dominada por el recrudecimiento de la guerra comercial entre Washington y Pekín, que aumentaron recíprocamente sus aranceles.
«Debemos reequilibrar la relación comercial muy injusta» con China, escribió el viernes en Twitter el presidente Trump, quien respondió a los nuevos aranceles anunciados por Pekín a productos estadounidenses con más gravámenes a bienes chinos.
«Francamente no necesitamos a China y estaríamos mejor sin ellos», sentenció Trump, en una salva de tuits en los que ordenó a las empresas de su país empezar «a buscar inmediatamente alternativas a China», sin detallar qué mecanismo puede usar un presidente para impedirles comerciar con Pekín.
Antes de tomar el Air Force One, el mandatario estadounidense, en campaña para su reelección, reiteró sus críticas a la decisión del ejecutivo francés de aplicar un impuesto a las grandes empresas tecnológicas, como Google o Facebook, y amenazó con imponer en represalia nuevos gravámenes a los vinos franceses.
«No me gusta lo que ha hecho Francia», dijo el republicano. «Es muy injusto (…). Si lo hacen, impondremos aranceles a sus vinos (…). Aranceles como nunca han visto», señaló, en tono combativo.