La reducción de la biodiversidad fue calificada de «peligrosa” y «sin precedentes” por Yvonne Higuero, secretaria general de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), también conocida como Conferencia Mundial sobre Vida Silvestre. Con esa advertencia, inauguró en Ginebra la 18° cumbre que reúne a 3.000 expertos de las 183 partes firmantes del CITES para debatir 56 propuestas de cambios en los niveles de protección y que se desarrolla desde este sábado 17 hasta el 28 de agosto en Ginebra, Suiza.
Propuesta inédita
Gran parte de los debates se centrarán en el elefante africano, ya que mientras varios países de África central buscan que se aumente la protección, otros piden una relajación de las restricciones. También está en la agenda la situación de la jirafa, cuya población ha disminuido considerablemente en las últimas décadas debido a la pérdida de hábitat.
En relación con el marfil, el CITES debatirá además una propuesta inédita, ya que Israel solicita incluir en el apéndice 2 (que restringe el comercio) al mamut lanudo, una especie ya extinguida, dado que Rusia comercia con restos de estos animales congelados, principalmente con China.
Demandas latinoamericanas
México, por su parte, solicita relajar las medidas sobre su población de cocodrilo americano, que desde 1975 tiene el nivel máximo de protección por la sobreexplotación de su piel, y algo similar quiere Argentina con las vicuñas de su provincia de Salta.
«Las vicuñas son una historia de éxito porque en 1975 había menos de 6.000 y ahora hay medio millón», recordó el colombiano Juan Carlos Vásquez, jefe de asuntos legales de CITES.
Otro importante punto en la agenda es la limitación del comercio de mascotas exóticas tales como lagartos, iguanas, serpientes, tortugas o ranas, que ha florecido gracias a internet. Por ejemplo, Costa Rica, El Salvador y Honduras quieren limitar el comercio de las pequeñas ranas de cristal.
CITES protege a unas 36.000 especies animales y vegetales del mundo, de las que unas 900 se encuentran en el apéndice 1, que prohíbe totalmente su comercio.