El ministro de Defensa, Alberto Espina, salió este miércoles a explicar los alcances que tendrá el decreto que firmó el Presidente Sebastián Piñera y que permite a las Fuerzas Armadas combatir el narcotráfico en la frontera norte del país, destacando a su vez la decisión del mandatario porque “tomó el toro por las dos astas” y descartó
Espina aseguró que lo nuevo del decreto anunciado por el jefe de Estado es que las FF.AA colaborarán directamente con las policías y las autoridades civiles del Ministerio del Interior “proporcionando la información y los medios que requieran para poder cumplir de mejor forma su función en lo que dice relación con la lucha contra el narcotráfico en las fronteras y el crimen organizado transnacional”.
En ese sentido, el titular de Defensa explicó que tanto Carabineros como la PDI “van a utilizar la tecnología que tienen las FF.AA., que es de punta, por ejemplo para detectar por dónde están entrenado las drogas a nuestro territorio, también va a facilitar el transporte para que puedan rápidamente movilizarse las policías al lugar en donde están operando los traficantes, todo lo que dice relación con las comunicaciones las van a aportar las FF.AA. también con la estrategia de poder realmente tener éxito en la lucha contra el narcotráfico en las fronteras”.
Insistió que con el decreto habrá un trabajo en conjunto entre las ramas castrenses y las policías para que puedan cumplir su función “que es poder detener con las pruebas adecuadas, sean encarcelados y no queden libres las organizaciones criminales que hacen contrabando como también los narcotraficantes”.
Espina también descartó algunos cuestionamientos que se ha hecho respecto a que las Fuerzas Armadas, con esta decisión del Gobierno, podrán en un tiempo más estar presentes en las poblaciones argumentando para ello el combate contra el narcotráfico.
Sobre ese punto, el secretario de Estado fue tajan te en rechazarlo porque “no le corresponde participar en el orden público que pueda ocurrir respecto al narcotráfico en villas y poblaciones. Esa es una labor que corresponde a Carabineros e Investigaciones”.
También explicó que la labor que anunció el martes el Presidente corresponde a la vigilancia de la frontera en el norte del país, de más de 700 kilómetros, para evitar el ingreso de droga, porque “la droga no se fabrica en Chile, la droga proviene del extranjero”.
“El Presidente tomó al toro por las dos astas y resolvió instruir a las FF.AA. para que tengan una colaboración activa en tecnología, transporte, comunicaciones y en logística para que le entreguen toda la información que requiera Carabineros en un momento determinado”, insistió.
En cuanto a si con este decreto se lleva a la militarización de las fronteras, Espina dijo que “siempre en las fronteras ha estado la presencia de las Fuerzas Armadas, pero la labor del control fronterizo del ingreso y salida del país es de Carabineros e investigaciones”.
En ese mismo orden dijo que sobre el tema migratorio, este está en manos de las dos policías y no a las FF.AA. con excepción del mar en donde la Armada cumple labor de policía marítima.
Por su parte, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, desechó la idea que responda a la posibilidad de un mayor control migratorio, luego de lo ocurrido en Chacalluta con ciudadanos venezolanos que no podían ingresa al país porque se le exigía la visa de responsabilidad democrática impuesta por el Gobierno de Piñera.
Sobre el tema, indicó que el origen viene del 2018 cuando en “septiembre del año pasado constituimos la macrozona norte y un consejo de coordinación de todas las fuerzas para efectos del combate del narcotráfico y el crimen organizado en la zona norte”.
Al respecto, precisó que el tema de la droga en la frontera norte es complejo porque “son muy amplias, de difícil control y cuyo control fundamental está en manos de Carabineros y que necesitamos apoyar el control policial que hace Carabineros con la tecnología, el equipamiento, la vigilancia, el transporte que nos puede brindar las FF.AA”.
Mencionó que la idea es controlar los pasos fronterizos terrestres para inhibir la pretensión de bandas de narcotraficantes o del crimen organizado de ingresar al país.
