Nestle, empresa socia fundadora del Pacto Chileno de los Plásticos, lanzó esta iniciativa en sustentabilidad para su línea de yoghurts batidos. Se trata de un nuevo envase con etiqueta desprendible, que se separa del pote sin dejar residuos, permitiendo así que el consumidor pueda reciclarlo.
Quizás para una importante proporción de los chilenos el hecho es desconocido, sin embargo, para los más preocupados por el medioambiente el tema está presente desde ya hace tiempo: en Chile los envases plásticos de yoghurt con etiqueta pegada no se podían reciclar, ya que al no ser posible separar la etiqueta del envase, terminaban como desecho general.
Según estudios, este producto es uno de los lácteos más consumidos del país: el yogurt se encuentra presente en el 99,1% de los hogares de Chile, mientras que el formato individual, es el preferido por más de un 60% de los consumidores, según datos de ODEPA.
Yoghurt Nestlé tomó este desafío y se ha convertido en la primera empresa en desarrollar una tecnología que permite que sus envases plásticos de yoghurt sí puedan ser reciclados. ¿Cómo? Con una solución innovadora que permite desprender la etiqueta del pote en su totalidad sin dejar residuos, eliminando la principal barrera para su potencial reciclaje.
Al respecto, Cristián Pagola, Gerente del Negocio de Refrigerados de Nestlé Chile aseguró que: “Estos desafíos medioambientales tan relevantes, como es avanzar hacia la reducción de residuos e impulsar la economía circular, requieren de acciones colectivas como ésta”. Y agregó en el lanzamiento de esta iniciativa piloto: “Lograr este hito fue un largo trabajo y sabemos que aún nos queda camino por delante. Nuestro compromiso es seguir avanzando en reciclabilidad”.
Nestlé, que recientemente firmó como empresa socia fundadora el Pacto Chileno de los Plásticos impulsado por el Ministerio de Medioambiente, lanzó esta innovación como parte de su compromiso global de que el 100% de sus envases sean reciclables o reutilizables al 2025.
Este trabajo colaborativo considera el aporte de los distintos actores. TriCiclos, empresa de ingeniería y asesoría en la aplicación de economía circular, dispone para los consumidores contenedores especiales para recibir estos potes de yogurt batido Nestlé, acompañando 39 de los Puntos Limpios que opera a lo largo de Chile. Aquí será clave la motivación de los consumidores para que enjuaguen, guarden y lleven a estos puntos los potes de este producto. “Los chilenos están cambiando su mentalidad y las empresas se están sumando a este cambio con iniciativas como ésta. Desde hoy, existe un proceso que permite reciclar este tipo de envases y sólo necesitamos la voluntad e iniciativa de las personas para echar a andar este círculo virtuoso”, explicó Gonzalo Muñoz, cofundador y presidente ejecutivo de TriCiclos. Esta empresa B entrega además la trazabilidad de los materiales que recibe y con ello la garantía de un destino responsable.
Finalmente, el plástico recolectado en los puntos limpios en este proyecto piloto será transformado en nuevos objetos, como por ejemplo papeleros o maceteros.
Aproximadamente 1200 toneladas de plástico ahora podrían ser recicladas. Una cifra ambiciosa que sólo podría hacerse realidad si todos responsablemente llevaran sus potes a estos puntos limpios. Este es el primer paso ya que el negocio de refrigerados Nestlé está trabajando para que prontamente toda su gama se pueda reciclar.
Avanzar en hacer realidad el reciclaje de estos envases depende que los consumidores se comprometan también de este proyecto piloto y cada vez que quienes disfruten de un yoghurt con este pote le saquen la etiqueta, lo enjuaguen y los junten para llevarlos a un punto limpio.
Este proyecto es un ejemplo de cómo Nestlé en Chile está trabajando por la sustentabilidad de sus envases. La empresa ha estado trabajando por más de dos décadas en optimizar los materiales de envases y embalajes, tanto que en estos últimos 3 años ha reducido en más de 1.000 toneladas estos subproductos, de todo su portafolio de productos alimenticios.