Balenciaga vs Zara
En la era de las copias de Supreme, la moda instantánea y las “copias” que hasta se ven mejores que las originales, el tema de comprar productos de lujo está cambiando. Hoy en día, las zapatillas son un símbolo de estatus y creatividad (los hombres más exitosos de Silicon Valley lo confirman, los llevan a todos lados), todo el mundo quiere tener el modelo más nuevo, la colaboración más exclusiva y el par que está generando conversación, y esos no necesariamente son las más caras.
En el mundo de las zapatillas, las copias siempre han existido, una marca saca un modelo y al otro día todos los demás tienen una versión (como pasó con los Chuck Taylor de Converse, los Slip On de Vans o los tenis Yeezy), las marcas toman una forma y la transforman, hacen pequeños cambios que se ajusten a lo que su propio público quiere, y es por eso que la mayoría se ven muy parecidos, así que este es un sector en el que copiar no es necesariamente malo.
Al final las opciones existen y tu debes decidir si quieres unos adidas Stan Smith, unos Golden Goose, unos Common Projects Achilles Low o una copia por la que no vas a tener que pagar cientos de dólares.
Si todo se ve igual ¿qué es lo que deberías comprar? La respuesta depende de ti, de tu presupuesto…
Elegir cuales comprar depende de algunos factores. Si estás haciendo el compromiso de ahorrar, tal vez quieras comprar un par de una marca de fast fashion (como Zara, H&M y el resto de las marcas similares), pero, si quieres ser más consciente con el medio ambiente, el fast fashion no es el camino (es de las industrias que más contaminan) y hacer la inversión en «unos tenis clásicos», en especial si los usas hasta que se rompen, es una buena idea.
El tema más importante es que, la moda actual se mueve muy rápido, hay nuevas tendencias cada temporada y las zapatillas que te encantan hoy pueden no gustarte mañana ( como las zapatillas feas de Gucci no se van a ver cool por siempre) y, una vez que la tendencia es identificada, todos se suman y lanzan su propia versión, así que no necesitas ahorrar durante meses para poder comprar algo que, a la siguiente temporada, ya nadie va a estar usando.
Texto editado de GQ