Un proyecto de ampliación de viviendas, vacaciones con tu familia, un viaje soñado para el que no has podido ahorrar, o incluso terminar con las deudas que no te dejan tranquilo, son sólo algunas de las alternativas en las que puedes utilizar el dinero extra que podrías conseguir con un banco al refinanciar tu crédito hipotecario.
Pero incluso, si no quieres un capital adicional, puedes rebajar el monto que actualmente pagas de dividendo, aprovechando que las tasas están más bajas que cuando lo obtuviste.
El refinanciamiento hipotecario consiste en otorgar a un propietario de vivienda acceso a un nuevo préstamo hipotecario que reemplaza al que ya tiene. Los detalles del nuevo préstamo pueden ser personalizados por el propietario, incluyen la tasa hipotecaria del nuevo préstamo, la duración del préstamo en años y el monto prestado.
Las refinanciaciones pueden usarse para reducir el pago mensual de la hipoteca de un propietario; retirar el dinero para mejoras en el hogar y, cancelar las primas del seguro hipotecario, entre otros usos.
Algunas otras de las razones por las que los propietarios refinancian incluyen el deseo de obtener una tasa hipotecaria más baja, pagar su casa más rápido o, para usar su patrimonio neto para pagar tarjetas de crédito o para financiar mejoras del hogar.
Por lo tanto, si la tasa de interés del nuevo préstamo es significativamente menor que la hipoteca original, el propietario puede ahorrar mucho dinero y tener un pago mensual más bajo, sin embargo, no se reducirá la cantidad de años que te restan por cancelarlo.
“Hoy es un buen momento porque actualmente las tasas siguen históricamente bajas y se espera, lo que los especialistas y el mundo de crédito especulan, y es que pronto el Banco Central debiera aumentar la tasa y eso va a repercutir en los bancos. Como esto no ha ocurrido, siguen siendo bajas y por lo mismo es una buena oportunidad. Como complemento, si estás en los primeros años de tu crédito hipotecario y se cumplen estos factores y si existe una tasa más baja de lo que uno sacó en un inicio, es bueno refinanciar, no solo por un dividendo más bajo, sino también por menos años de crédito hipotecario”, explica Francisco Ackermann, Gerente Comercial y Co Founder de Capitalizarme.com.
¿Cómo y dónde obtengo una refinanciación?
Las refinanciaciones generalmente cierran más rápido que un préstamo hipotecario de compra y pueden requerir mucho menos papeleo.
La refinanciación hipotecaria se puede gestionar en la misma institución donde solicitaste el crédito original o en cualquier otra empresa externa. En cuanto a los documentos que debes presentar, considera que estás estableciendo un nuevo préstamo con términos completamente nuevos. Por lo general, esto somete a un solicitante de refinanciamiento al mismo proceso de aprobación de hipoteca que el solicitante de una hipoteca de compra, sin embargo, depende de la institución que te lo otorgue. Lo más probable es que debas presentar:
· Historial de pagos.
· Acreditar ingresos e historial de empleo.
· Puede que la casa refinanciada esté sujeta a una tasación de la vivienda para afirmar su valor de mercado actual.
“En términos prácticos, bajar la tasa de interés en un punto porcentual por ejemplo de 6% a 5%, podrías ahorrar entre un 8% o un 12% el monto de la cuota. Y en relación al gasto operacional, si una persona hace un refinanciamiento, dicho gasto será de más o menos de 600 mil pesos por cada 2 mil o 2500 UF. Sin embargo, algunos bancos, hoy incluyen ese gasto en el crédito y la cuota final”, agrega Ackermann.
Se trata de una opción que tiene ventajas significativas, por lo que es una alternativa a considerar, si lo que buscas es mejorar las condiciones de tu Crédito Hipotecario.