Este viernes, la elección de Kramp-Karrenbauer se produjo en la segunda votación, a la que llegó junto al candidato Friedrich Merz. En esa segunda vuelta, se emitieron un total de 999 votos, todos válidos. 517 delegados votaron por Kramp-Karrenbauer, mientras que los otros 482 lo hicieron por Merz. Annegret Kramp-Karrenbauer, también conocida como AKK, tiene 56 años y contaba con el apoyo de las Mujeres de la Unión, del ala de los trabajadores del partido y de importantes políticos de la CDU, reseña un cable de DW.
De paso la CDU da una potente señal de «género» al elegir -nuevamente- a una mujer como su líder.
Durante sus alegatos, la hasta ahora secretaria general del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer, leal a la línea de la canciller, apeló a recuperar electorado y destacó que la fortaleza de la CDU es de gran relevancia «para Alemania y para el conjunto de Europa». Por su parte, el exrival interno de Merkel, Friedrich Merz, pidió a sus correligionarios «una nueva estrategia» frente a la ultraderecha, tras afirmar que, «hasta ahora, todos los loables intentos para recuperar el electorado perdido en esa dirección han sido en vano».
Impressionen von @_A_K_K_ #cdupt18 pic.twitter.com/TyEjPdncFP
— CDU Deutschlands (@CDU) 7 de diciembre de 2018
«Vivimos tiempos de cambio», dijo, en que los populismos avanzan, no solo en Alemania o Europa, mientras que las grandes formaciones como la suya o los socialdemócratas pierden electorado. Merz incidió en la necesidad de «recuperar el perfil conservador».
Los que quedaron en el camino
Por su parte, el actual ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, quedó descartado en primera vuelta para la nueva jefatura. En la primera votación que enfrentaba a tres candidatos, Spahn obtuvo 157 votos del total de 999 depositados y válidos, mientras que Annegret Kramp-Karrenbauer quedó en primer lugar con 450 votos, seguida del exrival interno de Merkel, Friedrich Merz, con 392.
Merkel: Adós a la CDU
En el que fue su último discurso como presidenta del partido, Merkel había llamado anteriormente a la cohesión en sus filas y defendido la vía centrista para su partido. La canciller de Alemania recordó que asumió la jefatura de la formación hace 18 años, entonces en una «situación muy difícil para el partido» por el escándalo de financiación irregular que se reveló bajo la denominada «era» Helmut Kohl. Costó «superar» esa situación y el desafío ahora es «mantenerse unidos» y «liderar unidos», siempre desde la vocación centrista que caracteriza a la CDU.