Esta conmemoración contará con la recreación de un set de filmación de los años ’70, con cámaras sistemas de iluminación y sonido antiguos, como una manera de evocar esa época.
Programación
15.00 | Los oficios del cine. Taller de sonido directo, ficción y documental.
Por Pablo Mardones y Carlos Arias.
Auditorio
Una invitación para alumnos y alumnas de carreras afines (cine, comunicación audiovisual y otros), así como público en general, para conocer los secretos del sonido en una filmación, de la mano de experimentados profesionales del área. Contaremos para esto con el instrumental y las herramientas del ramo, lo que posibilitará conocer su funcionamiento práctico.
17.00 | Descomedidos y chascones.
Documental de Carlos Flores.
Auditorio
Esta cinta, producida por el Departamento de Cine de la Universidad de Chile, indaga en la juventud de principios de los años 70 en sus diversas facetas, y debía ser estrenada el 11 de septiembre de 1973. Tras el golpe de Estado, temiendo la destrucción del material, Carlos Flores escondió la película en la Embajada Sueca, lugar en el que permaneció hasta 1980. En los años 80 comenzó a ser exhibida en muestras de carácter privado, así como en Madrid, Caracas, y La Habana. Fue reestrenada el 7 de septiembre de 2010 en el Teatro Antonio Varas de la Universidad de Chile.
18.30 | Crónica del salitre.
Documental de Angelina Vázquez.
Auditorio
Documental filmado en 1971 que significó el debut de Angelina Vázquez como directora y de Jorge Müller como director de fotografía. A través de un retrato de la Oficina Salitrera Alemania, poco antes de su cierre definitivo, se hace un recorrido por la historia del movimiento obrero en Chile, desde Luis Emilio Recabarren hasta el gobierno de la Unidad Popular.
18.40 | Exhibición serie “Una historia necesaria”
Miniserie sobre memoria y derechos humanos
Explanada
Esta producción de Tridi Films y la Escuela de Cine de Chile, que es parte de las colecciones del Museo de la Memoria, se adjudicó el Fondo del Consejo Nacional de Televisión 2016 (CNTV) y recientemente un Emmy Internacional a la Mejor Serie Corta. Entre algunos casos emblemáticos se relatan los casos de Ana González, Reinalda Pereira, Alfredo García, Julio Vega, Antonio Llidó, David Silberman, Claudio Thauby, entre otros.
19.30 | A la sombra del sol. Dirigida por Silvio Caiozzi y Pablo Perelman
+ conversatorio con Pablo Perelman y Pepe de la Vega.
Auditorio + transmisión en directo en la explanada del Museo
Largometraje rodado en 1974 que recrea el viaje de dos ladrones que huyen por el árido desierto del norte chileno, hasta llegar a un perdido y minúsculo pueblo fronterizo, donde intentarán pasar desapercibidos. Filmada en duras condiciones, tanto por el espacio geográfico como por el contexto político, fue el último trabajo en el que participaron Carmen Bueno, como continuista, y Jorge Müller, como camarógrafo; ambos fueron detenidos al día siguiente del estreno del filme, y permanecen desaparecidos desde entonces.
Cierre Día del Cine Chileno
La jornada terminará con un gran cóctel, momento en que también se exhibirán cortometrajes restaurados de la Cineteca Nacional de Chile, además de cortometrajes de alumnos pertenecientes a la Escuela de Cine de Chile, a y las escuelas de cine de las Universidad de Chile, del Desarrollo y de Valparaíso.
Participantes del Día del Cine Chileno en el Museo de la Memoria:
Pablo Perelman, cineasta, codirector de “A la sombra del sol”:
“Cuando se cumplieron diez años de la detención de Carmen y Jorge, hicimos un acto de conmemoración en la Parroquia Universitaria, en Santiago, en la Plaza Pedro de Valdivia, que fue muy emocionante y conmovedor, y al mismo tiempo fue muy movilizador. Recuerdo muy bien que fue un acto precioso, increíble, en un contexto de plena dictadura, pero llegó todo el mundo, estaban las dos familias. Todavía me acuerdo y se me paran los pelos con esas imágenes. Y después de eso, a los pocos días, con la gente de cine, que formábamos parte de la APTA (Asociación Profesional de Técnicos Audiovisuales), se decidió instaurar el Día del Cine Chileno como homenaje a Jorge y Carmen. Fue algo muy emocionante”.
“La película “A la sombra del sol” es especial porque no surgió como proyecto de nadie, si no que unos días después del golpe un productor, Enrique Cood, que no era del rubro sino que en realidad era distribuidor de cine, decidió hacer una película porque le convenía por razones económicas, por la ley de cine vigente en ese momento que era de la época de Frei Montalva y que era muy favorable. Y nos contrató a un grupo en el que estaban Caoizzi, Pepe de la Vega, Jorge Müller, Carmen Bueno y varios otros. Y en principio nos contrató para hacer otra película diferente, una película que no se pudo hacer porque la censuraron porque el guión tenía escenas de sexo o algo así, entonces Cood se quedó sin historia y sin director, y nos pidió a nosotros que le propusiéramos una película. Yo había estado poco antes en Antofagasta con Pedro de la Barra, y él nos había contado esta historia real de dos fugitivos, y se la propusimos a Cood y él aceptó. Y ahí, entre todos, decidimos que la dirigiríamos Caiozzi y yo, y que Pepe se haría cargo de la producción. Por lo demás la película la hicimos con dos pesos, en unas condiciones muy difíciles. Y si no hubiera sido porque se hizo en plena dictadura, podría haberse constituido en un modelo de producción para el cine nacional, por la manera de relacionarse con la realidad. Hay que pensar que el pueblo entero trabajó en la película, con contrato, imposiciones ¡el pueblo completo! Ese modelo es buenísimo, y nunca más se hizo así. Nadie se acuerda de la película en esos términos: fue una película bonita, buena en factura y con un tipo de producción honesta, recontra-correcta.”
Pepe de la Vega, sonidista, productor de “A la sombra del sol”:
“Después que desapareció Jorge en lo personal quedé muy mal, me costó mucho aceptarlo, asumir que él simplemente desapareció; Jorge fue mi compañero, mi amigo, habíamos empezado juntos en el cine. Entonces prometí pintarlo todo de verde, como lo decíamos con Jorge. Y por mi cuenta siempre lo recordaba, especialmente cada 29 de noviembre, que además fue una fecha muy significativa porque pasó justo después del estreno de la película, que fue la noche anterior al día que los detuvieron. Cuando terminó la exhibición, a la salida del Cine Las Condes, que hoy no existe, cada uno decidió no ir a dormir a su casa. Hay que pensar que estábamos en medio de una dictadura, y que al estreno habían ido algunas autoridades de la época, alcaldes, militares, porque el dueño de la película era hijo de un general de la Aviación, entonces nadie sabia lo que podía pasar. En ese contexto sucede la desaparición”.
“Después, en los 80, trabajé en publicidad, que fue un refugio para muchos profesionales del cine durante la dictadura, y en ese ambiente siempre hablé de Carmen y Jorge. Y en 1984, al cumplirse los 10 años de su detención, hicimos el primer acto por ellos. Después formamos la Asociación Profesional de Técnicos Audiovisuales, la APTA, y una de las primeras acciones fue determinar y establecer que el Día del Cine Chileno iba a ser el 29 de noviembre en honor a Carmen y Jorge, detenidos y desaparecidos. Empezamos a hacerlo como una fiesta, en la que todos los cineastas nos juntábamos un día y recordábamos a Jorge y Carmen. Esos primeros años lo hacíamos no oficialmente. Después desapareció la APTA, llegó esta seudo-democracia, y cambiaron el Día del Cine por el día de los distribuidores, le quitaron todo el sentido. Eso, hasta que en el Museo de la Memoria empezaron a hacer el rescate de esta fecha, y finalmente ahora por primera vez vamos a tener establecido oficialmente el Día del Cine Chileno, con la razón de porqué se celebra en esta fecha.”
“La película la hicimos en el desierto, en medio de la dictadura. Yo fui el jefe de producción, y en esa función me tocó enfrentar situaciones absurdas. Teníamos que filmar en medio del desierto y para eso fui a pedirle al Ejército materiales, me conseguí las camas para todos, catres de campaña del Ejército con colchones y frazadas. Bajé con un camión y las lleve al lugar donde filmamos. Me acuerdo que tuve una reunión con un coronel, le conté la historia de la película, y logré que me prestaran eso, y también un fusil de guerra, balas de fogueo, todo, y mientras tanto estaban fusilando gente, fue una locura. Nos prestaron de verdad mucho apoyo, pero era una situación absurda e ilógica. Ese fue el contexto de la película, y el contexto en el que después desaparecieron Carmen y Jorge.”
Angelina Vázquez, cineasta:
El documental Crónicas del Salitre, filmado en 1971, fue el debut de Angelina Vázquez como directora, y de Jorge Müller como director de fotografía. En él, se hace un retrato de la Oficina Salitrera Alemania, poco antes de su cierre definitivo.
«Hay momentos que son clave desde muchos puntos de vista, pero el hecho de que surgiera este Día del Cine Chileno asociado al rescate de la memoria y en especial a la tremenda injusticia que significó la detención y desaparición de Jorge Müller y Carmen Bueno, es esencial. Este hecho marcó a varias generaciones, a los de mi edad y también a los mas jóvenes, por eso finalmente fue instituido por la APTA, organización de los trabajadores del Cine. Creo que lo importante es continuar en ese marco de conmemoración, para el rescate de la memoria y del conocimiento, y al mismo tiempo, para aprecio y valoración de lo que están haciendo los cineastas de hoy. Esta fecha no sólo nos habla de cómo hemos sido, de nuestros héroes, sino también de lo que estamos haciendo; es una mirada hacia atrás para recordar y también hacia adelante para proyectarlo, y eso es una riqueza inmensa”.
“Poder exhibir “Crónica del salitre” en el Día del Cine 2018 me permite a mí y algunos miembros del equipo de filmación, rememorar muchos momentos, y recordar esta apuesta que hicimos con apenas tres latas de 16 mm, con una cámara Bolex: sin sonido, sin zoom, que funcionaba a cuerda por 20 segundos. Y el resultado que tuvimos no solo fue para nosotros, sino también en su momento para los obreros y familias de la Oficina Salitrera Alemania. Fue un período mágico, en el que bajo el sol implacable de Atacama, recorrimos galpones y desierto, al mismo tiempo que rememoramos la historia del movimiento obrero desde Recabarren hasta el gobierno de Allende, en un momento muy importante para el país. Todo eso está en la base de lo que fue el tremendo cariño que tengo hacia mi hermano Jorge Müller, a quien nos robaron los asesinos y transgresores de los derechos humanos durante la maldita dictadura. Como a Jorge, también a Carmen y a tantas y tantos.»