Un nuevo caso vuelve sacudir las agitadas aguas dentro de la Iglesia Católica y esta vez afecta a uno de los nuevos designados por el Papa Francisco. Se trata de Pedro Ossandón, obispo auxiliar de Santiago y designado por el Papa Francisco como administrador apostólico de Valparaíso, en reemplazo del saliente Gonzalo Duarte.
Según consigna La Tercera, el nuevo caso afecta a C.B., quien actualmente es mayor de edad, que sostiene que junto a otras dos personas habría sido abusado por el ex capellán castrense Pedro Quiroz, entre 2003 y 2004, afirmando que hubo tres religiosos que supieron de los hechos y serían Santiago Silva, obispo castrense; Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo y el propio Ossandón.
La información señala que en el caso de González y Ossandón, sería la primera vez que aparecen mencionados en una indagatoria penal en calidad de testigos.
La denuncia que presentó C.B. ante la fiscalía ocurrió el pasado 20 de julio, debido a que estos quedaron sin sanción luego de una investigación realizada por el Obispado Castrense.
La denuncia señala que el 2015 la víctima denunció a Quiroz ante la iglesia por eventuales delitos cometidos contra su persona a los 18 y 19 años, cuando el imputado realizaba funciones como sacerdote de la parroquia San Gregorio, actualmente San Mateo, y también por los presuntos abusos contra otros dos acólitos, en las parroquias de San Mateo y Madre de Dios, ambas de la comuna de San Joaquín.
El escrito menciona que el denunciante se dirigió a la Oficina Pastoral de Denuncias (Opade) del Arzobispado de Santiago, donde se instruyó una investigación que estuvo a cargo del sacerdote Jaime Ortiz de Lazcano, recientemente designado administrador apostólico de San Felipe por el Papa Francisco.
Los antecedentes indican que los hechos habrían sido considerados como verosímiles por Ortiz de Lazcano, pero este se declaró incompetente porque el denunciado pertenecía a la Fuerza Aérea (Fach), por lo que los antecedentes fueron enviados hasta el Obispado Castrense.
Es aquí donde el otrora titular de la instancia, Pablo Lizama, quedó a cargo de la investigación pero se determinó que no había antecedentes suficientes y no establece sanción.
Además, la misma denuncia establece que los hechos fueron conocidos por el “sacerdote Pedro Salgado, el obispo castrense Santiago Silva, el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González y el obispo Pedro Ossandón”.
La información del diario también menciona que los últimos tres religiosos ya declararon ante la Fiscalía Sur en calidad de testigos, mientras que Lizama y Quiroz lo hicieron en calidad de imputados, el primero ante la Fiscalía Sur y el segundo ante el fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias.