El jefe de la agencia de seguridad nacional de Alemania informó este sábado que desarmaron a miembros del movimiento de extrema derecha Reichsbürger (Ciudadanos del Reich) y otros grupos que rechazan el Estado alemán. Sin embargo, advirtió que el nivel de amenaza del grupo sigue siendo críticamente alto.

Hans-Georg Maassen, presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), el servicio de inteligencia nacional de Alemania, dijo a la agencia de noticias DPA que las últimas medidas policiales habían reducido el número de Reichsbürger con un permiso para portar armas de fuego por debajo de los 1.000. Un portavoz de la BfV confirmó a DW las cifras y las declaraciones de Maassen.

«Los éxitos se hacen evidentes cuando se trata de revocar permisos», dijo Maassen. «Sin embargo, debemos vigilar de cerca este movimiento», agregó.

Reichsbürger
El movimiento radical Reichsbürger (Ciudadanos del Reich) suscribe la idea de que las fronteras de 1937 del Imperio alemán todavía existen y que la República Federal actual es efectivamente un Estado títere aún ocupado por las potencias aliadas. Los miembros se niegan a reconocer la Constitución alemana, el Gobierno, las autoridades policiales y los tribunales, mientras que otros también son antisemitas.

Según las últimas estimaciones de BfV, 920 miembros del movimiento de extrema derecha aún poseen armas de fuego, alrededor de 700 menos que el año pasado. Sin embargo, los últimos números muestran que hasta el 7 por ciento de los sospechosos del Reichsbürger aún tienen un permiso para poseer rifles deportivos o de caza, muy por encima del promedio nacional del 2 por ciento.

Número de miembros en alza

A pesar de las medidas enérgicas contra los miembros armados, las cifras oficiales muestran que el número total de Reichsbürger sigue aumentando. Las autoridades han identificado alrededor de 18.400 presuntos miembros, unos 900 de los cuales se cree que son radicales extremistas de derecha.

Sin embargo, Maassen hizo hincapié en que el aumento en los números también explica los esfuerzos de las autoridades para identificar a los miembros previamente desconocidos. «El aumento en los números en los últimos tres meses muestra que nuestro mayor enfoque en el grupo está dando sus frutos», dijo.

Los servicios de seguridad alemanes han aumentado su supervisión del movimiento de extrema derecha en los últimos dos años tras una serie de ataques violentos contra ciudadanos y la Policía.

El movimiento obtuvo significativa notoriedad después de que un miembro matara a tiros a un policía en Baviera en octubre de 2016. Unos meses más tarde, en la ciudad suroccidental de Trier (Tréveris), un miembro del Reichsbürger disparó un rifle de aire suave en una plaza pública y amenazó a varios transeúntes.

Desde entonces, varios oficiales han resultado heridos en operaciones policiales contra miembros del movimiento. El más reciente ocurrió el mes pasado, cuando varios Reichsbürger se enfrentaron violentamente contra la Policía después de una protesta en Erlenbach, en el estado de Baden-Württemberg.

Varios trabajadores del sector público en toda Alemania también han sido identificados como miembros del grupo de extrema derecha.