Fue el mayor Diego Rojas, jefe del Departamento de Comunicaciones de Carabineros, quien tuvo que responder y entregar su respaldo al uniformado que disparó en dos ocasiones a un conductor de Uber.
Según el parte policial, el oficial fiscalizó al joven de 20 años y se percató que este infringía la ley al cumplir labores de socio conductor de Uber, intentando posteriormente incautarle el vehículo, a lo que el chófer intentó echar el auto encima al Carabinero.
«El conductor, sea cual sea, tiene la obligación, según el artículo 192 y 6 de la ley de Tránsito, de entregar sus documentos y someterse al procedimiento en una fiscalización. Su negativa fue cuando se le dijo que tendríamos que retirarle el auto», aseguró el Mayor, junto con agregar que el oficial hizo un tiro dirigido porque el aeropuerto es un lugar extremadamente concurrido.
«Por el momento, el servicio de los Uber es ilegal, pero cuando lo normalice legislador, nosotros hasta quizás trabajemos en conjunto. Pero hoy la actividad está fuera del marco legal y nosotros existimos para que esta se cumpla», finalizó el mayor Diego Rojas.