El fuerte tirón de oreja del Papa Francisco a todo el clero de Chile tuvo sus frutos, ya que el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, salió rápidamente a pedir perdón por los casos de abusos sexuales que afectan la Diócesis de Rancagua y adoptó medidas inmediata en contra de todos los implicados.
La decisión fue adoptada tras el reportaje de Canal 13 que mostró la denuncia de una ex coordinadora de pastoral juvenil, quien aseguró que en dicha Diócesis existiría un grupo de religiosos que habría incurrido en conductas sexuales impropias, como también la lentitud que tuvo el propio Goic para investigar el caso.
A través de un comunicado, monseñor Goic dijo que “quiero pedir perdón por mi actuar en este caso. Reconozco que le di acogida a esta joven que aparece en el reportaje y que actué eventualmente sin la agilidad adecuada en el proceso indagatorio del sacerdote Luis Rubio y otros presbíteros mencionados por ella”.
“Como medida pastoral, a quienes han sido mencionados les pediré que suspendan sus actividades sacerdotales temporalmente mientras se efectúa la revisión de cada caso particular, en el más breve plazo” y que “quiero manifestar mi disposición clara para colaborar en cualquier tipo de procedimiento que se derive del conocimiento de estos hechos”, agregó.
Además, la misiva señala que “en lo personal, como cristiano y pastor, me encuentro muy afectado por esta difícil situación que me duele y avergüenza”.