El mismo día de la Cuenta Pública de Contraloría llegó un balde de agua fría para el ministro de Salud, Emilio Santelices. Los ‘padres’ de Contralorito señalaron que el protocolo de objeción de consciencia (el mismo que defendió efusivamente en la interpelación) no tenía validez y, a pesar de todos sus esfuerzos, debía recular.

Golpe duro contra el secretario de Estado y un tirón de orejas al segundo piso de la administración de Sebastián Piñera, que eligieron dar respaldo al fallecido partido de centro, Amplitud, dentro de esta cartera.

Mario Villalobos ex jefe de gabinete y militante del fallecido movimiento de la ex senadora Lily Pérez, era el hombre ancla que debía defender por cielo, mar y tierra el funcionamiento de la cartera de Santelices, sin embargo, fue el primero en caer una vez que el secretario de Estado no avisó a Sebastián Piñera del cambio en la objeción de conciencia.

Su salida desató una –de las tantas– crisis que ha enfrentado este ministerio en estos casi dos meses de gobierno. Es más, los funcionarios –también cercanos al movimiento– protestaron e incluso se tomaron la sede central de la secretaría de Estado ubicada en Mc Iver.

Una disputa interna que logró silenciarse semanas después, dando paso a otro tipo de polémicas, como que el ministro “errara” las cifras de contagio de VIH en el país o la misma interpelación donde, como informó Infogate, se divertía cambiando el tema de fondo y narrando temas que no le preguntaba la interpeladora, Marcela Hernando.

Una defensa que cuadró a Chile Vamos en respaldo a la figura del secretario de Estado que hoy tendrá más flancos abiertos que spoilers de la película “vengadores” en Internet.

Amistad sobre calidad

La campaña presidencial estuvo caracterizada por una agenda en salud, la que llevaba el entonces presidente del Colegio Médico, Enrique Paris.

“Él iba a debates. Me tocó muchas veces contrastar ideas y de verdad se notaba que conocía de lo que hablaba”, dijo un integrante de la comisión de salud de la fallida candidatura de Alejandro Guillier.

Paris, con un bagaje político que le permitió sobrevivir en uno de los gremios mejor armados de Chile ya se probaba la bata en el ministerio. Con sorpresa tomó que la cartera no le fuera entregada. Ahora, le toca ver por la televisión lo que sucede y analizar qué hubiera hecho si le tocara enfrentar una situación similar.

La decisión final sobre la nominación de Emilio Santelices vino de una de las amistades del Mandatario, como es el caso de la otrora senadora Lily Pérez. La ex legisladora que se encuentra a la espera de la nominación de embajadores intentó mantener un eslabón del partido que nació de Renovación Nacional, lo que se vio reflejado con los funcionarios que ingresaron de su otrora ‘Amplitud’ al ministerio de Salud.

Esta decisión que se fue mermando a medida que pasaban las semanas (a nivel de cambiar el equipo comunicacional del secretario de Estado), es una gran piedra en el zapato de la administración, que intenta aplicar parches para no remover a Santelices del cargo.

“¿Te imaginas el fracaso político que sería bajar a un ministro apenas dos meses de asumir el gobierno?” sentenció un parlamentario del oficialismo, que analiza el costo político de esta situación.

Dos meses de gobierno

Este fracaso, la petición de renuncia al secretario de Estado por parte del Frente Amplio y el ostentoso triunfo que obtuvo la Nueva Mayoría con la interpelación es un golpe muy duro a la administración de Sebastián Piñera que, mañana viernes, celebra dos meses desde que se instaló en el poder.