En un mundo donde andamos casi siempre apurados, con el teléfono en la mano y realizando varias tareas a la vez, es muy común olvidar nuestras cosas en cualquier parte, especialmente en los taxis.
Muy claro lo tienen en la compañía Easy Taxi, donde el año pasado, sólo en sus oficinas, recibieron 635 objetos olvidados dentro de los autos, sin contar los que se recuperan en forma directa..
Por esto, cuentan con un protocolo de devolución que se inicia con el reporte y posterior entrega del objeto por parte del conductor la oficina de Easy Taxi, en menos de 24 horas. Luego, estos contactan al dueño, quien al momento de retirarlo firma un documento de entrega.
La activación del protocolo les ha permitido saber qué es lo que más se queda en los autos e incluso hacer un ranking por categoría. De acuerdo a sus datos, las cosas más olvidadas son ropa, como chaquetas o abrigos. En segundo lugar están las bolsas de compras de supermercado o retail, seguidas por celulares y computadores.
Sin embargo, el último año los conductores encontraron elementos tan diversos que fueron agrupados en la categoría “otros”, que incluye objetos como empanadas de horno, instrumentos musicales, un sombrero mexicano y hasta un cinturón sexual masculino.
“Nuestras estadísticas señalan que las personas prefieren no recuperar objetos de bajo costo o que les daría pudor que alguien supiese que portaban. Por este motivo, en menos del 20% de los casos se encuentra al propietario”, asegura Eduardo Hernández, gerente general de Easy Taxi.
Uno de los conductores cuenta que conversó todo el camino con un pasajero, quien le contó que bailaba en despedidas de solteras y que esa noche iba a una. “Llevaba muchas cosas y era bastante desordenado, porque llevaba una mochila y una bolsa repleta de implementos. Ese era mi último viaje del sábado. Cuando limpié el auto en mi casa encontré unas esposas y un cinturón sexual masculino. Pensé que le harían falta”, relata. A pesar de intentar devolver los “implementos”, el pasajero nunca contestó el teléfono.
Final feliz tuvo el caso de un sombrero mexicano que pudo ser recuperado por su dueño. “Pedí un taxi con unos amigos después de una fiesta de Halloween. Yo estaba disfrazado de charro, con bigote, sombrero y todo. Para ir cómodos, le pedí al conductor que abriera la maleta y guardé ahí mi sombrero. Al día siguiente me di cuenta de que el famoso sombrero no estaba ¡Ni siquiera era mío! Como tenía todos los datos, llamé al conductor y pude recuperarlo. Fue un alivio enorme”, cuenta Sebastián López.
“Gracias a nuestro protocolo de devolución, hoy el 85% de las cosas que son olvidadas en los vehículos encuentran nuevamente su dueño”, concluye Hernández.