Este jueves el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, anunció oficialmente que Moscú cerrará el consulado de Estados Unidos en San Petersburgo y que expulsará a 60 diplomáticos norteamericanos, señalan una nota oficial que replican DW y otras agencias internacionales, aumentando la crisis entre el gobierno de Vladimir Putin y Occidente.
Los diplomáticos, que han sido declarados «persona non grata» según «un principio de reciprocidad», tendrán hasta el 5 de abril para abandonar territorio ruso, según informó el ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado. «Los representantes estadounidenses deberán abandonar el local administrativo que les fue cedido anteriormente no más tarde del 31 de marzo», señala.
De los diplomáticos estadounidenses que serán expulsados, todos trabajan en la capital rusa, con la excepción de dos que ejercen sus funciones en el consulado general de Estados Unidos en Yekaterimburgo, capital de los Urales.
Exteriores ruso convocó al embajador de EE. UU., John Huntsman, para comunicarle las medidas y también le entregó una «nota de protesta por las indignantes e infundadas exigencias» de que 60 diplomáticos rusos abandonen ese país por el caso Skripal.
Ley del Talión
Moscú ya había respondido a la expulsión de 23 diplomáticos rusos por parte del Reino Unido con una medida similar. Skripal, de 66 años, y su hija de 33 fueron hallados el 4 de marzo inconscientes en un parque de la localidad británica de Salisbury. Desde entonces se encuentran en un estado crítico.
Londres responsabiliza a Moscú del atentado contra Skripal y alega que para el envenenamiento se utilizó un agente nervioso llamado Novichok desarrollado en la antigua Unión Soviética. Sin embargo, Rusia niega su implicación en el envenenamiento. El ataque ha llevado a su punto más bajo las de por sí tensas relaciones entre Rusia y Occidente. En los últimos días la OTAN y 26 países han expulsado a más de 140 diplomáticos rusos en respuesta al presunto envenenamiento.