Lo primero que llama la atención de la edición de enero 2018 de Vogue Italia, es un sticker que destaca en grande la palabra «The Restarting Issue», haciendo alusión a un nuevo año de colecciones de moda aunque este mensaje va más bien dirigido al pequeño hashtag que la describe como #TheNewVogueItalia.
A un mes del deceso de Zozzani ( 22 de diciembre 2016), Jonathan Newhouse, CEO internacional de Condé Nast anunciaba al nuevo editor de Vogue Italia, Emanuele Farneti, el ya conocido editor de GQ y AD Italia, quien a partir del 2017 tomaba las riendas de una de las más exitosas revistas europeas de moda y que Franca logró posicionar como una de las más transgesoras editoriales de moda, incluso rompiendo los esquemas de Vogue Estados Unidos al mando de Anna Wintour.
Farneti, tiene un curriculum extenso en el mundo de las comunicaciones, siendo conocido por dirigir la revista Flair. Y pasó de ser el tercer editor en jefe de Vogue Italia a asumir el cargo de director de la revista italiana fundada por Samuel Irving Newhouse en 1966 bajo la dirección editorial de Franco Sartori.
El legado olvidado de Franca:
Tal como cuenta la misma Franca en el documental «Chaos and Creation» del 2016 filmado por su único hijo, el documentalista Francesco Carrozzini, el camino que recorrió para convertir a Vogue Italia en una importante publicación, no fue fácil, sobre todo porque en 1988 cuando asume el cargo de directora de la revista, tuvo que comenzar desde cero y lo más difícil fue convencer a los altos ejecutivos de Condé Nast que todo este cambio en la línea editorial, no era más que un trabajo que se proyectaba en el tiempo.
Franca era una mujer testaruda cuando se trataba de sus llevar a cabo sus ideas y hacia siempre lo opuesto a lo que los estudios de mercado aconsejaban en aquel entonces. Su primera edición se llamó «El nuevo estilo» donde claramente marcó un antes y un después de la publicación, dándole a Jonathan Newhouse, un poco de inseguridad, ya que las ediciones anteriores de la revista eran mucho más comerciales y este «refresh» de Franca apuntaba sólo a un esquema totalmente artístico y creativo.
Sus 30 años en Vogue estuvieron marcados por la controversia, especialmente cuando se publicó una portada inspirada en la masiva fuga de petróleo titulada «La última oleada» realizadas por el famoso fotógrafo Stevel Meisel, la que llamó la atención de los medios de todo el mundo, y que llegó a ser considerada una propuesta ofensiva y otros en cambio la llamaron la cúspide de la moda.
A lo largo de su carrera, Franca supo mezclar la moda, con el arte y con los temas importantes que estaban sucediendo en el mundo. Trabajó con los fotógrafos más importantes del mundo de la moda e introdujo en los 90`s el concepto de las supermodelos dandole portada a: Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Linda Evangelista, Christy Turlington,entre otras. Fue ella la que apostó por Naomi Campbell para una época donde las revistas de moda excluían a las modelos de color y creó alianzas con los diseñadores europeos del momento como Valentino, Versace y Lagerfeld.
«Vogue Italia es considerada una de las revistas de mayor influencia en la moda durante los ultimo 25 años».
…Vogue post Franca.
Sin embargo hoy, todo esto parece olvidado, la llamada «La nueva Vogue Italia» hoy apuesta por un formato más universal parecido al estilo de la Vogue Francia, aunque tiene ciertas matices de este legado artístico de Franca con el toque masculino que aporta Emanuele Farneti, siendo este el comienzo de un año sin ella.
La edición de Enero se presenta con el concepto del «reset» con una portada que claramente grafica lo que podría ser una pantalla de un iPad de 11 pulgadas y en sus páginas principales destaca por un desencuadre de un diagramado sin terminar.
Esperemos que las siguientes ediciones de Vogue Italia retomen este curso que tanto esfuerzo le costó encaminar a una talentosa periodista italiana, que un día fue en contra de todos los poderosos de la industria de la moda.