El 17 de Febrero de 1948, al desembarcar en la Estación “Soberanía” (hoy Base “Arturo Prat”), el Presidente Gabriel González Videla se convertía en el primer mandatario del mundo en visitar el Continente Blanco. Con este acto, reafirmaba la reclamación de soberanía nacional y la declaración de límites del Territorio Chileno Antártico del Presidente Aguirre Cerda en 1940.
Su inquietud por nuestra presencia efectiva allí se había manifestado a fines de 1946, cuando ordenó la primera expedición oficial de Chile a dicho continente. Al mando del Comodoro Federico Guesalaga, recorrió la Península Antártica y habilitó la Estación “Soberanía”, primera base permanente de Chile. Esta exitosa primera campaña antártica, fue el tercer intento oficial de Chile, después de la fracasada expedición de 1906, cancelada tras el terremoto que destruyó Valparaíso. El segundo esfuerzo había sido el rescate de la expedición de Shackleton por el piloto Pardo diez años más tarde.
La visión geopolítica del Presidente fue fundamental, ya que concluida la II Guerra Mundial, varios países mostraban su interés por ese territorio. Es así como Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Soviética anunciaban nuevas expediciones para 1947. Argentina, por su parte, informaba del envío de una flotilla y la intención de construir una base permanente.
El propósito de esta segunda campaña antártica, en 1948, era relevar a la dotación naval que había permanecido el año anterior en la Estación “Soberanía” al mando del teniente Boris Kopaitic, construir una segunda base y continuar con la exploración e investigación científica. Así, González Videla quiso dar una señal clara de la voluntad e intenciones de Chile en dicho continente. En una medida audaz, mientras realizaba una visita a la zona austral a bordo del transporte “Angamos” de la Armada, antes de recalar a Punta Arenas se trasladó al transporte “Pinto” y continuó hacia el sur. Mientras tanto, desde La Moneda se informaba del viaje del Mandatario a la Antártica, sorprendiendo a los connacionales que la recibieron con gran entusiasmo, mientras que generaba protestas de otras naciones.
Luego de cruzar el Mar de Drake, el Presidente llegaba al Territorio Antártico y asistía a la ceremonia de condecoración de los miembros de la primera dotación de la Estación “Soberanía”. Transmitida por radio a todo el país, en ella señalaba: “Habéis cumplido con valor, abnegación y sacrificio vuestra misión en estos parajes inhóspitos de la Antártica, como corresponde a la gloriosa tradición de nuestra patria”. Al día siguiente, el Presidente se dirigió a la recién terminada Base “O’Higgins” para inaugurarla y a su regreso, fue aclamado en Punta Arenas y en Santiago.
Setenta años después, podemos decir que por derechos históricos, cercanía geográfica, aporte a la comunidad internacional y al Sistema del Tratado Antártico, Chile es y debe continuar siendo un actor relevante en la Antártica, ya que lo que allí sucede nos importa y nos impacta. Las tareas de presencia permanente, investigación científica, protección de la vida humana y del medioambiente, que llevan a cabo el Instituto Antártico Chileno y las FF.AA. a través de sus recursos humanos y materiales son esenciales. Junto a éstas, el desarrollo de Magallanes como puerta de entrada al continente y la exploración hacia el interior del mismo, son ineludibles. Para ello, la visión del Presidente González Videla deben ser una inspiración permanente.
