El exmandatario peruano Alberto Fujimori, recientemente indultado de sus condenas por abusos de los derechos humanos, salió el jueves de una clínica en Lima por primera vez en 12 años como un hombre libre, saludando a sus simpatizantes en una silla de ruedas tras obtener el alta médica.
Fujimori, de 79 años, fue indultado por el mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, en la víspera de Navidad en una controvertida decisión que generó celebraciones entre sus simpatizantes y críticas de sus detractores.
El jueves, imágenes de televisión local mostraron a Fujimori mientras salía de la clínica Centenario Peruano Japonesa, en compañía de su hijo menor Kenji, y luego fue escoltado por la policía y periodistas hasta una residencia en el distrito exclusivo de La Molina.
El exmandatario, que gobernó el país durante la década de 1990, salió sonriente con una chaqueta y camisa azul, saludando a numerosos periodistas y seguidores que se habían congregado frente a la clínica donde había sido internado el 23 de diciembre por un cuadro de “hipotensión” y “arritmia” antes de ser indultado.
“Es un paciente convaleciente en este momento, no está con las fuerzas necesarias, pero va ir y continuar por el camino de la recuperación”, dijo Alejandro Aguinaga, médico de cabecera de Fujimori, a la cadena local Canal N.
La hija del exmandatario, Keiko Fujimori, publicó una foto en su cuenta de Twitter junto a su padre, Kenji y sus otros dos hermanos. “Muy contentos de darle la bienvenida a nuestro padre en esta nueva etapa de su vida”, afirmó Keiko en Twitter.
La liberación del exmandatario conservador suscita una profunda división política en Perú y dio paso la semana pasada a protestas de miles de personas en Lima y en varias ciudades del país.
Observadores y políticos de oposición dicen que el perdón fue producto de una negociación política, porque tres días antes Kuczynski logró eludir una destitución en el Congreso gracias a los votos de una corriente liderada por Kenji Fujimori que rechazó la moción.