Este viernes se sumó la ayuda de la Marina de Rusia al megaoperativo internacional que intenta encontrar el submarino clase 209 ARA San Juan desaparecido desde el 15 de noviembre y que extraoficialmente ya se da por perdido y toda su tripulación fallecida, es decir sus 44 marineros incluyendo oficiales y a la primera mujer submarinista.
La Armada argentina confirmó el jueves que es probable que el submarino esté entre los 200 y los 1000 metros de profundidad y el rastreo se hace en un área del océano donde las profundidades van de los 200 a los mil metros de profundidad, esta última es la máxima que alcanzan los submarinos nucleares, y en el caso del San Juan (209 convencional) con dificultad puede llegar hasta los 500 metros, por lo que las probabilidades de sobrevivencia es muy remota, explican a Infogate expertos submarinistas.
En medio del creciente malestar de los familiares y de los compromisos de buscar hasta encontralos, este fin de semana será clave para la operación de búsqueda en el Atlántico Sur, que tiene sus base de operaciones en el puerto de Comodoro Rivadavia.
A Rivadavia arribó el avión Antonov ruso que trajo el vehículo sumergible teledirigido que podrá descender hasta mil metros de profundidad y que tiene la capacidad para escanear el fondo del mar.
El equipo ruso enviado al país comenzará a operar este sábado y según el almirante de la Armada rusa Vladimir Valúev esperan “tener resultados positivos”, señaló en declaraciones que reproduce Clarín.
El mensaje optimista llegó hasta el puerto de Comodoro Rivadavia, donde ya esperaban a los militares europeos un grupo de siete traductores rusos que iban a oficiar de enlace para poder cumplir con todos los requerimientos necesarios.
Pero todo se modificó al final del día, cuando se anunció que el Antonov que los trasladaba, sólo pararía en esta ciudad petrolera para abastecerse de combustible y continuar hasta Ushuaia, desde donde equiparán sus herramientas para poder salir al Atlántico cuanto antes, reporta Clarín.
Valúev, quien fue comandante de la Flota del Báltico entre 2001 y 2006, destacó la alta preparación y la experiencia de los expertos rusos en el salvamento de submarinos averiados que están en el fondo marino: “Los especialistas del equipo de salvamento marítimo podrán empezar la búsqueda del ARA San Juan aproximadamente dentro de un día”.
Es decir que de no mediar dificultades, el vehículo sumergible teledirigido Pantera Plus -capaz de operar a una profundidad máxima de 1.000 metros – podría estar operativo el domingo. Las previsiones del clima para hoy son buenas.
La ayuda rusa se hizo oficial al día siguiente de que el presidente Putin asegurara por teléfono su “respaldo” a Mauricio Macri. El Ministerio de Defensa ruso había comunicado ayer que ya estaba en camino desde San Petersburgo rumbo a la Argentina el avión con un grupo de 40 marineros especializados en rescates subacuáticos.
Rusia también anticipó que el barco de exploración científica “Yantar”, que estaba desplegado cerca de la costa de Africa Occidental, ingresaría a la búsqueda, aunque todavía no se tienen precisiones desde dónde y cuándo empezaría a formar parte de la misión. El barco oceanográfico dispone de equipos que permiten “efectuar búsquedas a una profundidad de hasta 6.000 metros”, gracias sobre todo a dos submarinos miniatura, precisó el ministerio ruso en un comunicado.
Este viernes, en el puerto de Comodoro Rivadavia, la actividad continuó sin descanso para nadie. No sólo por el trabajo de los soldadores durante la noche que fue clave para avanzar en la modificación del barco Sophie Siem (donde instalarán el mini submarino norteamericano y que creen estará listo este sábado para que pueda zarpar), sino porque cerca de las seis de la tarde de este viernes y por expreso pedido de la Armada estadounidense empezaron a llegar chalecos salvavidas y ropa seca para 44 personas.
“Fue un pedido por parte de los Marines, porque ellos no descartan ninguna hipótesis y no quieren arriesgarse a nada. Lo hacen por prevención”, contó Walter Flores, de Defensa Civil de Comodoro, quien aportó los materiales solicitados por los estadounidenses.