Este domingo nuevamente se encendieron las alarmas del mundo luego de un nuevo ensayo nuclear que ha realizado Corea del Norte. Donald Trump condenó el «hostil» ensayo nuclear de Corea del Norte, afirmó que el tiempo del «apaciguamiento» finalizó y advirtió a todos los países que hacen «negocios» con Pyongyang, reporta un cable de AFP.
El mandatario estadounidense, cuyas pasadas advertencias al régimen norcoreano han sido desoídas, dijo en Twitter que «Estados Unidos está considerando, además de otras opciones, detener todo el comercio con todo país que haga negocios con Corea del Norte».
Trump, que debía reunir en la Casa Blanca a su equipo de seguridad nacional, incluyendo a su secretario de Defensa, Jim Mattis, y varios jefes militares, denunció acciones «muy hostiles y peligrosas para Estados Unidos» por parte de Pyongyang.
La televisión norcoreana llamó el ensayo un «éxito perfecto» y poco antes el gobierno había difundido imágenes del líder Kim Jong-Un inspeccionando lo que se presentaba como una bomba H (bomba de hidrógeno) capaz de ser instalada sobre el nuevo misil balístico intercontinental con el que cuenta Pyongyang.
La sorpresiva explosión subterránea, que parece haber excedido la magnitud de la bomba atómica de Hiroshima (Japón) y provocó pánico momentáneo en partes de China, fue el sexto y más potente ensayo nuclear de Corea del Norte hasta la fecha.
Las agencias geológicas extranjeras habían detectado inicialmente un temblor sísmico de magnitud 6,3 cerca del principal sitio norcoreano de ensayos nucleares, en Punggye-Ri (noreste). Tokio confirmó poco después que se trataba de un ensayo nuclear.
Corea del Norte nunca ha escondido que sus programas tienen como objetivo poner a punto misiles balísticos intercontinentales capaces de alcanzar el continente estadounidense.
«Corea del Norte realizó un ensayo nuclear de envergadura», había escrito más temprano Trump en Twitter. «Corea del Sur ya se ha dado cuenta, como les dije: un apaciguamiento con Corea del Norte no funcionará, ¡sólo entienden una cosa!», agregó.
Advertencia a China
De su lado, Mattis prometió una «masiva respuesta militar» ante cualquier amenaza de Corea del Norte dirigida hacia el territorio estadounidense o sus aliados.}
China, Rusia, Japón, Corea del sur y Francia condenaron rápidamente esta nueva violación de las múltiples resoluciones de la ONU que exigen el fin de los programas nuclear y balístico de Corea del Norte. Moscú hizo además un llamado a la calma.
El Consejo de Seguridad de la ONU sostendrá una reunión de emergencia este lunes para discutir una respuesta internacional al incidente, que el secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, denunció como «profundamente desestabilizador».
El presidente surcoreano, Moon Jae-In, que había abogado por un diálogo con el Norte, solicitó «el castigo más fuerte» contra Pyongyang, incluyendo sanciones de la ONU.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se dijeron favorables a «un endurecimiento» de las sanciones de la Unión Europea contra Corea del Norte.
Pero el líder ruso, Vladimir Putin, pidió en una conversación telefónica con el primer ministro japonés, Shinzo Abe «no ceder a la emoción, actuar de manera calma y ponderada».
Preguntado por un periodista a la salida de una iglesia, en este día nacional de oración por las víctimas de la tormenta Harvey, si evalúa una respuesta militar, el presidente estadounidense respondió: «Veremos».
Una opción militar contra el régimen de Kim Jong-Un es extremadamente arriesgada porque podría generar una reacción en cadena y un grave conflicto regional, estiman expertos.
Mientras Trump no dio detalles sobre su advertencia comercial, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo a Fox News que preparaba un «paquete de sanciones» para que «aquellos que realicen negocios con ellos (Corea del Norte) no podrán hacerlo con nosotros».
«Trabajaremos junto con nuestros aliados. Trabajaremos con China», apuntó.
Pero, a pie juntillas, el peso de las sanciones esbozadas por Trump y Mnuchin caerían fuertemente sobre China, el único aliado de Pyongyang y comprador del 90% de las exportaciones norcoreanas.