El código de vestimenta en las oficinas se ha convertido en un tema candente en los últimos años, sobre todo cuando las altas temperaturas dificultan vestir según qué ropa. Joey Barge, empleado en una centralita de llamadas en Buckinghamshire, Reino Unido.
“Te veo pronto, Twitter. Me van a mandar a casa,” publicó junto a una foto suya con un vestido rosa. Pero sorprendentemente le permitieron quedarse en el trabajo tras cambiarse, sin duda beneficiándose de las estrictas leyes británicas que prohiben a las compañías discriminar a los empleados por su sexualidad o identidad de género. Su jefe debió temerse encontrar de repente a todos sus empleados con vestido en solidaridad con Joey, así que rápidamente envió un mensaje en el que explicaba que el código de vestimenta se ampliaba temporalmente. Toda una victoria para Joey, aunque el vestido le quedaba muy bien.