No cabe duda que 2017 es un año marcadamente político por las elecciones presidenciales, parlamentarias y de Cores a realizarse en noviembre próximo. En este contexto, donde los debates y confrontación entre candidatos ha estado marcado por un tono violento, y a ratos de un bajo nivel, la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad San Sebastian realizó un estudio de percepción de confianza ciudadana donde, los encuestados, pusieron nota a 27 importantes instituciones para nuestro día a día. El sondeo, de nombre “I Estudio de Percepción de Confianza en las Instituciones”, hace referencia a tres elementos claves: confianza, cercanía y poder. Como gran innovación, cabe mencionar que este análisis quisimos realizarlo desde la desde la perspectiva del evaluador más que de la entidad evaluada para lo cual determinamos edad, género y condiciones socio económicas y culturales. La escala de evaluación fue construi-da en base a notas de 1 a 7, teniendo el estudio un nivel de confianza del 95%.
Los resultados que obtuvimos, si bien no sorprenden, vienen en ratificar el problema de legiti-midad ciudadana de algunas de estas instituciones. Al revisar el estudio destaca, lamentable-mente, que la media de evaluación está por debajo de la calificación 4,0, siendo más del 50% de las instituciones evaluadas con una nota deficiente.
Ante la pregunta “confía usted en” las peores evaluadas corresponden a: los partidos políticos con un 2,5, a la Cámara de Diputados con un 2,7, al Senado con un 2,8 y cuando se les pregunta la cercanía de estas instituciones se mantienen en el último tercio, bajando las ponderaciones la Cámara de Diputados y el Senado, ambas con nota 2,0.
Las instituciones mejor evaluadas en materia de confianza y cercanía son las Pymes y las radios, esta última cumple una labor de carácter social imprescindible. Estamos enfrentando una seria crisis de credibilidad y confianza justamente en momentos en que caminamos hacia procesos eleccionarios de gran relevancia para el país.
Cuando uno ve los debates de los diversos candidatos, por ejemplo en el contexto de las Primarias, se observa la lejanía con los ciudadanos, la falta de sintonía de una elite política que no demuestra que les interesen las personas que salen a trabajar día a día, se enfrentan al transantiago, a la burocracia pública, a la sensación de injusticia de compañías de servicios, de las AFPs y las Isapres. El chileno común y corriente no cree y desconfía en las promesas de políticos, ha visto la corrupción, las componendas, las malas prácticas.
Esta encuesta nos permite percibir hasta qué punto es el nivel de desapego de la legitimidad institucional, situación muy alarmante pero que los políticos profesionales no le toman el peso, cuando lo hagan será muy tarde para ellos y, lamentablemente, para el país. Lo que augura esta investigación es una abstención histórica, lo que evidentemente perjudica profundamente nuestra democracia representativa. No cabe duda que es una voz de alerta.