Desde el descubrimiento del fuego, el hombre siempre ha necesitado protegerse del frío. Con el paso de los siglos han pasado por diferentes mecanismos como la leña, el carbón, el gas, las calderas o el combustible, que dieron paso a nuevos sistemas de calefacción que se han ido perfeccionando de la mano de la tecnología.
Actualmente la electricidad es la nueva leña de este siglo. Los sistemas de calefacción que funcionan a corriente son la gran apuesta para las bajas temperaturas de este año, gracias a que ofrecen mayor eficiencia en su consumo, entregan un calor limpio y reducen los costos de su uso por hora.
En esta línea Thörben y Biocalor han apostado por ofrecer al mercado sus artefactos eléctricos que combinan lo último en tecnología en calefacción por Wifi, lo que permite controlar a distancia, por medio de una aplicación vía smartphone, los niveles de temperatura, el encendido, apagado y programarlo.
“Además de climatizar los ambientes purifica el aire, filtrando polvo, bacterias y otros elementos contaminantes. A través de su filtro HEPA y lámpara UV se puede desodorizar y desinfectar cualquier espacio de manera efectiva y de manera remota desde cualquier celular con acceso a internet”, aseguró Raúl Cádiz, gerente general de Grupo Beca.
Estos calefactores funcionan con calor infrarrojo, emitiendo un radiación semejante a la del Sol. Se trata de una novedosa tecnología que no calienta el aire, sino los cuerpos y las moléculas de agua que están suspendidas en el aire, lo que significa que su eficiencia es aún mayor a la de un calefactor común.
Atrás quedaron esas últimas décadas donde los tradicionales y riesgosos sistemas de calefacción solían emitir químicos tóxicos o producir graves accidentes a causa de las inflamaciones. Actualmente la preocupación va enfocada en utilizar fuentes de calor que sean sanas y generen ambientes libres de virus, bacterias y sobre todo en lugares donde habitan niños o personas con problemas respiratorios.
Sobre todo en esta época cuando se inician las alertas ambientales en relación a la mala calidad del aire, estas tecnologías se pueden transformar en una buena alternativa para poder mantener un aire limpio que resulte fácil de respirar.
