El ministro del Interior, Mario Fernández, le bajó el perfil al conflicto dentro de la Nueva Mayoría respecto a presentar dos abanderados presidenciales y argumenta que la proyección de la centroizquierda es tarea de las candidaturas.

En entrevista con El Mercurio, Fernández explica que “la Nueva Mayoría fue una versión distinta de la Concertación, y se sumó el PC. Esta nueva coalición tuvo que vérselas con un proceso de reformas que por su envergadura trajo mucho debate y antagonismo y eso influyó en que los partidos de la Nueva Mayoría tuviesen disputas internas que terminaron con candidatos distintos”.

También reconoce que en parte la agenda de las reformas impulsadas por el gobierno fue la responsable de la tensión dentro del conglomerado oficialista, indicando que “el mayor conflicto ha estado con la oposición. Pero también, desde el principio hubo discrepancias en la Nueva Mayoría sobre el contenido de las reformas, prácticamente en todos los ámbitos. Ahora, no doy por muerta a la Nueva Mayoría, porque subsiste incólume una base fundamental: todos los partidos declararon esta semana que están comprometidos con el Gobierno hasta el fin del mandato”.

Respecto a que es primera vez que no presentan un candidato único, el ministro precisa que “hay una trascendencia histórica, que se ha terminado un modo de enfrentar la elección por parte de este conglomerado de centroizquierda, que sigue completamente vivo. Hubo una elección de un procedimiento, pero que no debe afectar en lo sustantivo a la unidad. —Con dos listas parlamentarias paralelas y dos candidatos compitiendo entre sí, ¿no es voluntarista plantear que sigue vivo el bloque?”

Consultado respecto a que no es voluntarista seguir planteando que sigue vivo el bloque oficialista con dos listas parlamentarias paralelas y dos candidatos compitiendo entre sí, el “Peta” señala que “para los efectos de gobierno, es así. No para efectos electorales. Y a mí lo que me interesa es que los partidos funcionen con el Gobierno hasta el final del mandato”.

Además, sostiene que como gobierno no se encuentran inmersos en la elección presidencial, ya que ese es un problema electoral.

“La proyección de la centroizquierda es tarea de las candidaturas. Ese rol no nos corresponde a nosotros ahora, no es asunto nuestro. Nuestro papel consiste en terminar bien el gobierno, y la proyección de nuestra obra descansa en la profundidad y calidad con que terminemos el 11 de marzo”, señala.

El secretario de Estado también minimiza el hecho que no se hayan realizados primarias en la Nueva Mayoría sería una derrota para el gobierno, mencionando que “no es un revés. Es muy pronto para evaluar eso, está sujeto al devenir futuro. Y es imprescindible que los que gobernamos no nos distraigamos con la elección presidencial”.